Hijo de exdictador Marcos arrasa en elecciones de Filipinas

Con el 66,1% de los votos escrutados, el exsenador obtenía 21,7 millones de votos, o el 59,7% del total de votos emitidos para la presidencia, según recuentos no oficiales

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Bloomberg — Ferdinand Marcos Jr. se encamina a una aplastante victoria en las elecciones presidenciales de Filipinas, lo que devolvería a su familia al poder en Manila 36 años después de que su padre, un dictador, huyera del país.

Con el 66,1% de los votos escrutados, el exsenador obtenía 21,7 millones de votos, o el 59,7% del total de votos emitidos para la presidencia, según recuentos no oficiales de organizaciones de prensa y cálculos de Bloomberg News. Su rival más cercana, la vicepresidenta Leni Roberdo, tenía 10,3 millones de votos, o el 28,3%.

Aunque los dos principales candidatos se comprometieron a reactivar la economía e impulsar el empleo, Marcos, de 64 años, contó con el apoyo de los votantes que se sienten cómodos con el Gobierno del presidente saliente, Rodrigo Duterte. Su hija, la alcaldesa de la ciudad de Davao, Sara Duterte, se sumó como compañera de fórmula de Marcos Jr. y aventajaba a su rival más cercano por un margen aún mayor.

La victoria de Marcos traería cierta continuidad a la nación del sudeste asiático de 110 millones de habitantes, junto con grandes interrogantes sobre cómo gobernará. Aunque ha prometido continuar con las políticas de Duterte, no está claro cómo manejará una investigación de décadas sobre la riqueza de su familia y sus vínculos con Estados Unidos y China.

Marcos se prepara para heredar una economía que se estima crecerá este año a una de las tasas más rápidas del sudeste asiático, después de que la pandemia redujera los ingresos de los hogares debido a que no llegaron turistas y las remesas de mano de obra extranjera se agotaron. La inflación también registra uno de los mayores aumentos de Asia a medida que los precios de los alimentos y el combustible se disparan tras la invasión rusa de Ucrania.

Una encuesta realizada por Bloomberg en marzo reveló que los inversionistas filipinos se mostraban poco entusiastas ante una presidencia de Marcos y preferían a Robredo, que tenía una estrategia económica similar, pero enfatizaba el buen gobierno. En las últimas semanas de la campaña, Robredo atrajo a cientos de miles de simpatizantes para escucharla, lo que sugiere que tenía cierto impulso de cara al día de las elecciones.

Pero las encuestas mostraban sistemáticamente a Marcos con una ventaja de dos dígitos, gracias en parte a las alianzas con la mayoría de los gobernadores y clanes locales influyentes de todo el país. También ha creado una presencia en las redes sociales que presenta una imagen optimista de la dictadura de su padre a los jóvenes, que constituyen un tercio de los electores y no habían nacido cuando el dictador Marcos estaba en el poder.