Bloomberg — Un fabricante holandés de yates de lujo se enfrenta a problemas de suministro después de que las estrictas sanciones de las potencias occidentales apuntaran a uno de sus últimos propietarios, el multimillonario ruso Vagit Alekperov.
Algunos de los socios comerciales de Heesen Yachts en el Reino Unido, incluyendo Rolls-Royce Holdings Plc (RR), ya no suministran a la empresa debido a las sanciones contra Alekperov, según Sara Gioanola, una portavoz del constructor de yates.
“Varios de nuestros proveedores están sujetos a la ley de Reino Unido y esto tiene algunas consecuencias, ya que algunos de ellos no pueden cumplir sus obligaciones”, dijo.
Alekperov, que el mes pasado renunció a su cargo de CEO del segundo mayor productor de petróleo de Rusia, Lukoil, se sumó a una larga lista de rusos afectados por las sanciones introducidas por la invasión de Ucrania.
“No está en la lista de sanciones de la UE, aplicables a Heesen”, dijo la empresa en un comunicado el 14 de abril. Alekperov es uno de los tres “propietarios finales beneficiarios” y no gestiona directamente el negocio de ninguna manera, según Heesen.
El sector de la náutica se ha visto agitado después de que funcionarios de Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Europea empezaran a poner en el punto de mira los fastuosos palacios flotantes propiedad de las personas más ricas de Rusia, a las que se considera estrechamente vinculadas al Kremlin y al presidente Vladimir Putin.
El gobierno holandés anunció el mes pasado que ha puesto bajo estricta vigilancia 20 yates en el país. 14 que se están construyendo en astilleros del país serán retenidos hasta que las autoridades puedan estar seguras de que no serán entregados a propietarios sancionados, dijo la aduana. El gobierno también ordenó a un astillero que congelara dos buques vinculados a una persona incluida en la lista de sanciones europeas.
Rolls-Royce dijo que había tenido que “pausar temporalmente la actividad” con Heesen mientras buscaba asesoramiento legal. “Hemos tenido una estrecha colaboración con Heesen durante muchos años y nos gustaría continuar con esa relación, si es posible”, dijo la compañía en respuesta a preguntas enviadas por correo electrónico.
Heesen, con sede en Oss, “es financieramente independiente y está en buena forma, con una sólida cartera de pedidos, y actualmente emplea a unas 1.000 personas en los Países Bajos”, dijo la empresa. Heesen terminó el año pasado con más de 200 millones de euros (US$211 millones de dólares) en ventas, según Gioanola.
Un medio holandés, Follow the Money, informó de que Heesen podría declararse en quiebra y volver a empezar bajo otro propietario, pero esta opción “no está sobre la mesa ahora mismo”, dijo Gioanola.
Este artículo fue traducido por Estefanía Salinas Concha.
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