Bloomberg — La estricta estrategia de Cero Covid-19 de China ha dañado la confianza de las empresas extranjeras, y las empresas estadounidenses en el país están recortando las inversiones y reduciendo las proyecciones de ingresos a medida que los confinamientos golpean las operaciones y las cadenas de suministro.
Más de la mitad de las 121 empresas encuestadas por la Cámara de Comercio de Estados Unidos en China han reducido o retrasado las inversiones en el país, mientras que casi el 60% de ellas han rebajado sus previsiones de ingresos para este año tras los últimos brotes, según un comunicado.
“Entendemos que China decida priorizar la salud y la seguridad por encima de todo, pero las medidas actuales están ahogando la confianza de las empresas estadounidenses en China”, dijo Colm Rafferty, presidente de AmCham China, en el comunicado. “Una situación ya de por sí difícil sigue empeorando”, dijo, y añadió que las empresas “no ven ninguna luz al final del túnel”.
Los nuevos brotes que han surgido en toda China desde marzo han provocado estrictas medidas de confinamiento, causando una fuerte contracción de la actividad económica y una ralentización del crecimiento de las exportaciones. Aunque los principales dirigentes se han comprometido a apoyar la economía, también han defendido la estrategia Cero Covid-19, que pretende eliminar todas las infecciones.
Antes de la más reciente oleada de ómicron, China registró en el primer trimestre una entrada neta de inversiones extranjeras directas por valor de US$107.000 millones, un 12% más que en el mismo periodo del año anterior. Eso es después de que se disparara en casi un tercio en 2021 desde 2020, según los datos oficiales, ya que el control del brote por parte de China en esos dos años permitió que la economía se recuperara rápidamente, impulsando los beneficios y la actividad empresarial.
Sin embargo, el aumento de las restricciones y la creciente preocupación de las empresas extranjeras por las políticas de control de Covid-19 están socavando esa tendencia. Si los confinamientos provocados por la política Cero Covid-19 continúan, es probable que perjudiquen aún más las perspectivas de crecimiento económico y dificulten la expansión de las empresas extranjeras en el país.
Más del 15% de las empresas estadounidenses que operan en Shanghái (que lleva más de un mes bajo confinamiento) informaron de que su actividad allí sigue totalmente cerrada, según la encuesta realizada entre el 29 de abril y el 5 de mayo.
Casi el 60% de los encuestados, que tienen operaciones en toda China, dijeron que la capacidad de producción se había ralentizado o reducido debido a la falta de empleados, la dificultad para conseguir suministros o los confinamientos ordenados por el gobierno. Aunque casi una cuarta parte de las empresas encuestadas afirmó que las recientes medidas políticas de China para mejorar la logística han tenido un impacto positivo en sus operaciones, otro 41% informa de los continuos daños causados por las interrupciones de la cadena de suministro.
Más del 70% de las empresas prevén que los ingresos o los beneficios se vean afectados si se mantiene la actual política de control de Covid-19 para el próximo año. Según la encuesta, más de la mitad de ellas también prevén una reducción de la inversión y la pérdida de personal expatriado en este escenario.
Más de una cuarta parte de las empresas han perdido más del 30% de su personal extranjero en China debido a las restricciones y cuarentenas por Covid-19 desde el comienzo de la pandemia, según la encuesta. Más de la mitad de los encuestados afirmaron que la gestión de la pandemia por parte del país ha tenido un impacto de medio a grave en su capacidad para atraer o retener a personal extranjero cualificado.
Casi el 40% de los encuestados afirmó no estar satisfecho con la gestión del Covid-19 por parte de China. Sus principales quejas son la duración de las cuarentenas, las restricciones para viajar al país y la falta de vuelos, según la encuesta.
Este artículo fue traducido por Estefanía Salinas Concha.