Bloomberg — Petrobras (PETR3) registró sólidos resultados en el primer trimestre gracias a la creciente producción de petróleo durante el repunte de este año, lo que provocó una reprimenda del presidente Jair Bolsonaro, quien quiere que contenga los precios de los combustibles antes de las elecciones de octubre.
Bolsonaro pidió el jueves a Petrobras que congele los precios de la gasolina y el diésel, añadiendo que sus beneficios son inaceptables durante una crisis. El recientemente elegido presidente ejecutivo, José Mauro Coelho, será puesto a prueba a medida que la brecha entre los precios de la refinería de Petrobras y los niveles internacionales se amplía.
El mayor productor de petróleo de América Latina anunció 48.500 millones de reales (US$9.700 millones) en dividendos adicionales a pagar en 2022, que corresponden principalmente a los resultados del primer trimestre. Supera los 44.560 millones de reales que reportó en ganancias netas para el período.
“Miren la ganancia abusiva”, dijo Bolsonaro en una alocución semanal en Facebook, y agregó que no puede interferir en la forma en que Petrobras fija los precios. “Pido a Petrobras que sea responsable y no aumente el precio del diésel”.
El gigante petrolero brasileño reajustó los precios en marzo, pero está vendiendo el combustible por debajo de las tarifas internacionales de nuevo, lo que ha suscitado la preocupación de los inversores, que vieron cómo pasaba de ser el productor de petróleo más endeudado del mundo a ser una vaca lechera en los últimos cinco años. En un comunicado, Petrobras dijo que los precios artificialmente bajos podrían dificultar las importaciones de combustible y provocar escasez en el mercado interno. También dijo que la sociedad brasileña es la principal beneficiaria de sus ganancias.
Petroleo Brasileiro SA, como se conoce formalmente a la productora con sede en Río de Janeiro, reportó ganancias ajustadas antes de ítems, una medida de rentabilidad, de 77,71 mil millones de reales, superando la estimación promedio de los analistas de 74,4 mil millones de reales compilada por Bloomberg, según un informe de ganancias presentado el jueves.
Después de años subvencionando la gasolina para contener la inflación, en 2016 Petrobras adoptó una política de seguimiento de los precios internacionales mientras protegía a los consumidores de la volatilidad a corto plazo. La medida ha causado mucho drama.
Desde entonces, tres de los directores generales de la compañía perdieron sus puestos en medio de las disputas por los precios del combustible. La lista incluye al predecesor de Coelho, Joaquim Silva e Luna, destituido por el presidente Jair Bolsonaro tras subir el combustible en respuesta a la guerra de Ucrania, aunque Petrobras retrasó el ajuste más de dos meses.
“El principal riesgo de Petrobras a corto plazo es si habrá un cambio en la política de precios”, dijo Fernando Valle, analista de renta variable de Bloomberg Intelligence que cubre Petrobras. Destacó que la empresa tardó en repercutir los mayores costes de los combustibles a los consumidores en el primer trimestre.
Coelho se comprometió a mantener los precios de los combustibles basados en el mercado cuando asumió el mando, pero no está claro qué pasará con esta política después de las elecciones de octubre. Tanto Bolsonaro como su principal adversario, el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, se han manifestado en contra de los aumentos de los precios de los combustibles, y el congreso está revisando proyectos de ley destinados a limitar la volatilidad.
En un comunicado el jueves, el nuevo CEO prometió seguir produciendo resultados sólidos.
“Con nuestra cartera resistente a los bajos precios del petróleo, las perspectivas de crecimiento de la producción y la continuidad de la gestión de la cartera, estamos convencidos de que daremos cada vez más resultados a la sociedad”, dijo.
