Por qué Venezuela crecería en 2022 más que otros países en Sudamérica: responde la Cepal

En entrevista con Bloomberg Línea, Daniel Titelman, de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, dice que, de concretarse las proyecciones, el país podría poner fin a una recesión tras 8 años

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Bloomberg Línea — Por décadas, la economía venezolana ha estado sumida en un turbulento escenario. Su Producto Interno Bruto (PIB) perdió cerca del 83% entre 2013 y 2021; la hiperinflación llegó hasta 130.060% hace tres años y el bolívar se depreció a tal punto que los billetes fueron usados para manualidades o lo que se conoce como money art, dentro de Venezuela e, incluso, en el exterior.

Ningún pronóstico podía ser más desalentador, pero desde hace unos meses distintos organismos internacionales, firmas y economistas están haciendo proyecciones que apuntan a una mejoría en el país. Mientras el banco Credit Suisse cree que la economía crecería un 20% este 2022, el Fondo Monetario Internacional (FMI) apunta a una expansión de 1,5% y, ahora, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) espera que sea del 5%, el mejor desempeño en Sudamérica y muy por encima del promedio regional de 1,8%.

¿Por qué la Cepal pone a Venezuela de primero? Daniel Titelman, director de la División de Desarrollo Económico de la Cepal, en entrevista exclusiva para Bloomberg Línea, explicó que, de concretarse la recuperación que se inició en 2021, se llegaría al fin de las prolongadas caídas de la economía venezolana desde hace ocho años.

En esta entrevista, que fue editada por motivos de extensión y claridad, Titelman explica las claves para comprender el crecimiento económico de Venezuela.

BLOOMBERG LÍNEA: ¿Cómo se explica este crecimiento de la economía venezolana, incluso por encima de sus pares latinoamericanos?

Daniel Titelman: En 2022, la CEPAL estima que la economía venezolana crecerá, por primera vez desde 2014, un 5,0%, reflejando una mejora significativa de su sector externo, en virtud del incremento del precio del petróleo, y una recuperación de los niveles de las remesas enviadas por los venezolanos trabajando en el exterior.

En particular, el aumento de los precios de referencia de la canasta venezolana, de 67,9% en 2021, y de 60,5% entre diciembre de 2021 y marzo de 2022, así como la recuperación experimentada por la producción de crudo, permitirá mejorar las finanzas públicas del país, mientras que las mayores remesas permitirán aumentar los niveles de consumos privados.

Más allá de los ingresos derivados del petróleo, ¿Qué otros factores inciden en este crecimiento? ¿Qué sectores muestran un mejor desempeño?

DT: Sectores como la agroindustria y la industria farmacéutica reportan crecimiento desde mediados del segundo semestre de 2021, el cual se ha sostenido en el primer semestre de este año.

También la finalización del proceso hiperinflacionario ha permitido cierta estabilización del ingreso de los hogares, mientras que un uso más generalizado del dólar ha facilitado realizar transacciones entre los privados.

De igual forma, una importante reducción en el ritmo de depreciación de la moneda local favorece una disminución de la inflación, pero también contribuye a detener la caída del ingreso de los hogares, especialmente, de aquellos que perciben sus ingresos en bolívares.

¿El crecimiento está relacionado con el ingreso de remesas? De ser así, ¿han podido contabilizar qué porcentaje aportan las remesas a este crecimiento?

DT: Dada la importante migración que se ha producido en los últimos años, las remesas han sido una fuente importante de recursos para los hogares venezolanos. Pese a la contracción que experimentaron en 2020, conforme a la recuperación que han experimentado los mercados laborales en la región, los ingresos de los venezolanos en los países receptores se han ido recuperando y con ello las remesas enviadas al país.

Diversos estudios realizados en el país sostienen que las remesas pudieron representar en 2021 cerca de US$3.500 millones, aproximadamente un 5% del PIB y tienen un mayor impacto relativo en el ingreso de los hogares más pobres de la sociedad venezolana. Así, dada su creciente importancia, la recuperación de las remesas en 2021, y las expectativas de que sigan creciendo en 2022 hacen esperar una recuperación del consumo de los hogares venezolanos, y con ello contribuyendo al aumento del gasto en 2022.

¿Se puede decir que Venezuela tiene una economía dolarizada? ¿Esto influye en los indicadores que, en general, se han mostrado últimamente sobre el país?

DT: Los problemas generados por la hiperinflación y por las fallas que se presentaban en los sistemas de pagos, originadas a su vez en los continuos cortes eléctricos, dieron un gran impulso al uso de divisas para realizar transacciones en Venezuela. La sustitución de monedas es común en economías que experimentan hiperinflaciones como era el caso hasta hace poco; no solo para realizar transacciones, sino también como reserva de valor. En la actualidad, un elevado número de transacciones que se efectúan en el país se realizan en divisas, pero el uso del bolívar persiste, en especial en transacciones con el Gobierno y el sistema financiero. Sin duda, el uso de divisas para realizar transacciones entre privados ha facilitado las actividades comerciales.

¿Es un crecimiento real, en términos económicos, o se trataría solo de un ajuste dada la baja base de comparación de 2021?

DT: Durante el segundo semestre de 2021, la economía venezolana registró una recuperación no solo respecto a lo que se había observado durante 2020, sino también respecto al primer semestre del mismo año. Nuevamente, la recuperación de la actividad petrolera y mayor flexibilidad en las medidas de distanciamiento social contribuyeron a esto. En 2022, estimamos que esto se mantendrá durante el primer semestre, mientras que ya para el segundo semestre del año se espera una desaceleración del crecimiento de la actividad económica no petrolera y una mayor estabilidad en la dinámica de los precios del crudo.

Ustedes apuntan a una expansión del 5% para ese país, el FMI a una de 1,5% y el banco Credit Suisse de 20%. ¿Por qué hay tanta distancia entre cada una de las proyecciones?

DT: Las diferencias en las proyecciones entre distintas fuentes suelen ser frecuentes, y estas dependen de los supuestos empleados en cada caso. El pilar fundamental de nuestras proyecciones es la recuperación del sector externo venezolano, tanto en lo que se refiere a petróleo como a remesas.

Venezuela ha sido uno de los países que se ha visto favorecido por el importante incremento que ha registrado el precio del crudo en los mercados internacionales, que se espera que en este año signifique un incremento cercano al 50% en promedio respecto al precio promedio vigente durante 2021. Por otro lado, la producción promedio de crudo venezolano se ha incrementado un 33% entre marzo de 2021 y marzo de 2022, de acuerdo con lo reportado por fuentes secundarias a la OPEP. Así, el alivio de la restricción externa permitirá financiar un mayor gasto tanto público como privado.

La finalización de la hiperinflación y la mayor estabilidad cambiaria favorecerá una mayor estabilidad del valor real del ingreso, y que podría apuntalar el repunte de ciertas actividades como la agroindustria y el comercio. Adicionalmente, las menores restricciones a la movilidad vinculadas a las medidas sanitarias para combatir el coronavirus también permitirán una recuperación de la actividad no petrolera en 2022.

Sin embargo, los escenarios de crecimiento no solo dependen de la capacidad de gasto de la economía venezolana, también está condicionado por la capacidad de la oferta en reaccionar a los estímulos de la demanda, y es allí donde nosotros vemos difícil que la economía venezolana puede crecer a tasas de dos dígitos dadas los frecuentes cortes de electricidad y los problemas que persisten en el suministro de diésel. Además, el importante incremento del precio de los fertilizantes en los mercados internacionales también afectará la capacidad de producción de la agroindustria.

¿La recesión en este país sudamericano está llegando a su fin?

DT: De concretarse el escenario anticipado por la CEPAL, un crecimiento esperado de 5% para 2022, se pondría fin a la prolongada caída que ha registrado la economía venezolana durante más de ocho años consecutivos, por lo que aun con el crecimiento de 5% para el 2022, el PIB venezolano acumularía una caída de 74%, es decir al final de 2022 el PIB actual representaría un 26% de lo que era en 2013.

Pese a las noticias positivas, la principal limitación al crecimiento que enfrenta la economía venezolana es un importante déficit energético, pues a pesar de la recuperación en la producción de crudos, resolver los ya tradicionales problemas en el proceso de refinación -producción de gasolina y diésel- y en la generación de electricidad son fundamentales para que esta economía experimente una recuperación sostenida. A su vez, solventar la crisis energética (de combustible y de electricidad) que enfrenta en la actualidad, supone un aumento considerable de la inversión, tanto pública como privada, en esas áreas y esto en sí mismo es un reto.