Buenos Aires — La Cámara de Diputados convirtió en ley por la noche de este jueves el marco regulatorio para la producción y la comercialización de la planta de cannabis, sus semillas y derivados para uso medicinal e industrial, una iniciativa a la que el Gobierno apuesta para dar impulso a las economías regionales.
En el mundo ya hay otros 50 países que permitieron la regulación del cannabis medicinal, una industria emergente con una producción global estimada para 2024 de US$42.700 millones, según informaron desde el Gobierno. Sin embargo, en la región, sólo Colombia y Uruguay han avanzado en ese sentido.
Con la iniciativa, que tuvo 155 votos a favor, 56 en contra y 19 abstenciones, se creará la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (ARICCAME), un organismo que será el encargado de administrar tanto desde el punto de vista técnico como financiero las autorizaciones y controles para la actividad.
Al complementar la actual legislación que permite el uso terapéutico y paliativo del cannabis, la puesta en marcha de la ARICCAME tendrá la finalidad de establecer los requisitos y antecedentes para quienes presenten solicitudes con el fin de maximizar los controles para prevenir actividades ilegales.
El impacto en la economía
El ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, destacó: “Lo que hace esta ley es legalizar el cultivo de cannabis para uso medicinal con una regulación muy importante y también legaliza el cáñamo para uso industrial. Desde lo económico significa crear un sector nuevo”.
“Hoy la Argentina va a tener una industria que se va a desarrollar en escala. Hasta ahora se podía cultivar legalmente sólo en muy pequeña escala para investigación o para consumos muy pequeño”, manifestó el funcionario nacional.
“Esto implica, desde lo económico, poder crear cerca de 10.000 puestos nuevos de trabajo en un plazo relativamente breve, poder desarrollar una economía productiva en varias provincias del país, incluso hay provincias del norte y muchas regiones que ya están trabajando tanto en el cultivo como en la parte científica tecnológica y su industrialización”, remarcó Kulfas en declaraciones a Futurock.
Según su punto de vista, “al país le va a implicar un ingreso enorme porque una actividad nueva que se legaliza, formaliza y crece, pagan más impuestos”.
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