Bogotá — Mensualmente el déficit del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC) se amplía. A la fecha es superior a los $14 billones y para llenarlo se necesitaría una reforma tributaria similar a la del 2021 que logró levantar $15,2 billones de ingresos permanentes.
De acuerdo con un análisis de Credicorp Capital sobre el déficit del FEPC, la política asumida por el Gobierno en relación con los precios internos de la gasolina en los últimos meses ha dado lugar a un importante y creciente déficit ya que las tarifas locales se desvían bastante de los elevados valores de referencia internacional.
Hay que tener presente que de haber ajustado los precios de los combustibles como hubiese sido necesario si no existiera el FEPC, la inflación en Colombia probablemente no sería del 8,53%, sino mayor.
Dice Credicorp que si bien esto ha limitado las presiones inflacionarias (que han sido bastante fuertes de cualquier manera), también está creando un efecto no despreciable en las cuentas fiscales del Gobierno Central, ya que el creciente déficit del FEPC resulta, en esencia, en una deuda con Ecopetrol.
Asegura igualmente que esta tendencia continuará en los próximos trimestres debido al déficit que se acumulará para final de año dados los actuales precios internacionales del petróleo.
En cualquier caso, la firma plantea que la situación actual debería significar que el efecto positivo sobre el déficit fiscal del Gobierno proveniente del aumento de los precios internacionales del petróleo será menor que en episodios anteriores, ya que parte de los ingresos adicionales relacionados con esta fuente ya estarían comprometidos (estimamos que los precios actuales del petróleo proporcionarán alrededor de 1.2% del PIB en ingresos adicionales al gobierno en 2023).
Credicorp incluso cree que el escenario del FEPC ha explicado parcialmente el bajo desempeño del mercado local de renta fija, relativo a lo que se ha observado en el peso colombiano y la renta variable local desde el cuarto trimestre del 2021, ya que los altos precios internacionales del petróleo tendrán un impacto más fuerte en el crecimiento económico de Colombia que en las finanzas públicas.
Pero a esto se suma que, de acuerdo con la comisionista, la incertidumbre política está llevando a una alta prima por riesgo en el mercado de TES, particularmente considerando que una de las propuestas de Gustavo Petro, candidato que puntea en las encuestas, (reforma pensional estructural) tiene el potencial de afectar materialmente tanto las cuentas fiscales como los mercados de capitales en el largo plazo.
Según el Comité Autónomo de la Regla Fiscal (CARF), el FEPC tiene actualmente un déficit de $14.1 billones acumulado desde julio de 2021 hasta marzo de 2022 (aproximadamente 1.4% del PIB), que se suma a la deuda que el Gobierno ya amortizó a finales de 2021 tras el déficit de $3.7 billones (0.4% del PIB) acumulado en 2020 y primer semestre de 2021.
Estos pasivos, sobre todo los más recientes, se han producido por la decisión del gobierno no seguir los parámetros de la mencionada fórmula de precios locales, congelando las tarifas durante varios meses a pesar del repunte de los precios de la energía a nivel mundial y del aumento de la tasa de cambio durante la mayor parte de 2021-2022.
Más aún, dice Credicorp, asumiendo que los precios del Brent se mantienen en torno a los US$100 por barril el resto del año, y que el gobierno decide volver a utilizar los lineamientos de la fórmula de precios locales, la CARF estima que el déficit de la FEPC se ubicaría en unos significativos $33 billones, o 3.3% del PIB, para el cierre del año, es decir, más del doble que lo logrado recaudar con la Reforma Fiscal del 2021.
Por lo tanto, como comenta la CARF, el fondo ha actuado más como un mecanismo de subsidio que de estabilización, causando un impacto directo en las cuentas fiscales.
Para dar un poco de contexto, el déficit estimado por el CARF para el cierre del año de 3.3% del PIB es entre 3 y 4 veces el impacto en los ingresos de una reforma tributaria promedio de los últimos años, mientras que es aproximadamente 2.8 veces el impacto positivo estimado en las cuentas fiscales proveniente de los mayores precios internacionales del petróleo en 2022 (estimamos aproximadamente 0.4% del PIB de mayores ingresos por US$10 adicionales del precio del petróleo).
Así, la situación del FEPC está provocando que el ajuste fiscal actual sea más lento debido a la deuda ya amortizada, al tiempo que implicará un menor impulso para las cuentas fiscales procedente de los altos precios internacionales del petróleo.
En todo caso, cabe destacar que la deuda con Ecopetrol puede ser acordada para pagarse gradualmente y, por lo tanto, el efecto sobre las cuentas fiscales podría moderarse en el tiempo. Es importante destacar que el déficit fiscal del Gobierno sólo se ve afectado cuando el gobierno realiza el pago del FEPC.
El Gobierno ya ha reconocido públicamente este asunto, anunciando que está construyendo una estrategia para la rápida financiación del déficit y la convergencia de los precios locales a las referencias internacionales.
En días recientes, el ministro de Hacienda José Manuel Restrepo dijo, sin mucho detalle, que el déficit acumulado del fondo de estabilización se financiará en parte con los presupuestos públicos de 2022 y 2023, los excedentes de los dividendos de Ecopetrol y partidas presupuestales no ejecutadas, mientras que delineará la estrategia para el resto del financiamiento en el Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP) de este año.
En opinión de Credicorp, lo más destacado de esta reciente comunicación de Hacienda es que, más allá de la falta de detalles de la estrategia, hay un compromiso del gobierno actual de intentar resolver este asunto lo antes posible, y no dejar todo el problema al próximo Gobierno.