Bloomberg — China y Hong Kong ocupan dos de los tres últimos puestos en el ránking de Bloomberg de abril, que categoriza el nivel de resistencia al Covid-19. La brecha entre su ideología cero Covid y la norma global de vivir con el virus continúa ampliándose.
Los dos lugares figuraban entre los de mejor desempeño en el ránking mensual durante la mayor parte de 2021. Su caída este año al puesto 51 y 53 respectivamente en abril refleja cómo el enfoque de erradicación del Gobierno central de China —ahora denominado “cero dinámico”— se ha deteriorado, afectando su capacidad para limitar la perturbación social y económica después de las mutaciones del virus que lo volvieron más infeccioso.
Durante gran parte de la pandemia, las restricciones fronterizas de China, las pruebas masivas y los cierres selectivos ayudaron a que sus residentes vivieran en su mayoría libres de virus.
Pero a medida que ómicron evade los controles de China, se necesitan cierres más extremos para frenar el ataque de la variante en megaciudades como Shanghái y Pekín, lo que reduce su puntaje en métricas de rigor, capacidad de vuelo y movilidad comunitaria, las mismas mediciones que en un momento impulsaron al país por encima de otros lugares.
A medida que la crisis del Covid-19 en China se dispara, la actividad económica y las cadenas de suministro globales se ven interrumpidas. En 2020, fue la única economía importante que creció. Este año, los economistas han recortado sus previsiones de crecimiento muy por debajo de la meta oficial del Gobierno de alrededor del 5,5%, empeorando su ránking.
Este ránking, una instantánea mensual de dónde se está manejando el virus de manera más efectiva con el menor impacto social y económico, califica a 53 lugares con base en 11 puntos de datos que van desde la contención del virus y el número de muertos hasta el crecimiento económico y el progreso hacia la reapertura.
Cinco de los indicadores de la clasificación (gravedad del cierre, capacidad de vuelo, rutas de viaje con vacuna, movilidad comunitaria y pronóstico de crecimiento del PIB) miden qué tan bien las economías están reabriendo y normalizando la vida de su gente.
El argumento de China para el covid cero es que el salvar vidas, en lugar de evitar trastornos sociales y económicos, es de suma importancia. De hecho, la tasa de letalidad de tres meses y el total de muertes por millón del país, las dos métricas de muerte del ránking, siguen siendo las mejores entre los 53 lugares clasificados.
Sin embargo, con el aumento de las muertes en Shanghái y la indignación generalizada por las muertes que pueden deberse a las condiciones de encierro, como la falta de acceso a atención médica y alimentos, la gracia salvadora del enfoque covid cero está bajo una presión sin precedentes.
Mientras tanto, crece el abismo que se abrió entre los reticentes del covid cero y el resto del mundo.