Lima — El jefe de la mina más grande de Perú dice que una solución rápida al creciente malestar social en el país está al alcance de la mano si las autoridades y los políticos acuerdan abordar el problema central: la gestión de los fondos públicos.
Perú, el segundo proveedor mundial de cobre y zinc, y uno de los principales productores de plata y oro, ha visto su reputación empañada durante la semana pasada por imágenes de enfrentamientos entre personal de seguridad y manifestantes indígenas en la mina Las Bambas, operada por MMG Ltd. Las protestas en las minas se están produciendo en medio de un repunte de los disturbios por el costo de la vida, lo que exacerba las tensiones políticas en el país.
Tales escenas violentas son “dolorosas” de ver y reflejan ampliamente que las autoridades no lograron entregar todos los beneficios de la minería a las comunidades andinas rurales pobres durante las últimas dos décadas, dijo Víctor Gobitz, presidente y gerente general de la mina Antamina, cuyos propietarios incluyen a BHP Group y Glencore Plc. Los llamados a aumentar los impuestos o incluso a nacionalizar las minas están equivocados, dijo.
No es un problema de falta de fondos públicos, sino de administrar esos fondos, dijo Gobitz en una entrevista en su oficina de Lima; y agregó que el dinero existe, pero que si no hay un plan, lo que tenemos es desorden y la población no ve un cierre de esas brechas de desarrollo.
El objetivo es asegurarse de que la gente vea el vínculo directo entre la minería y el desarrollo. Para que eso suceda, los políticos nacionales y locales deben moverse en la misma dirección, aseveró.
Las soluciones incluyen el fortalecimiento de las instituciones, como reformas a los partidos políticos y las reglas de campaña, y la transferencia del conocimiento de gestión de las empresas mineras a las autoridades.
Concuerda en que tal vez al Gobierno actual le falte algo de firmeza y claridad, pero sostiene que esta situación viene de antes. Gobitz, quien también es miembro del directorio del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú, considera que si los encargados de la toma de decisiones estuvieran de acuerdo en cuál es el problema, podría resolverse “muy rápidamente”.
Producción de cobre
A pesar de haber descendido en el ránking de competitividad global, Perú sigue siendo un lugar atractivo para invertir, dijo. Antamina está lista para comenzar en enero a trabajar en un proyecto de US$1.600 millones para extender su vida, una vez que se obtengan los permisos.
Gobitz cree que va a haber diálogo y que, dado que la minería es un pilar económico, no hay espacio para medidas extremas.
Todavía hay esperanza de que la producción de cobre peruana aumente a medida que las nuevas minas compensen el impacto de las protestas. La producción de este año “podría ser igual o mejor” que la de 2021, señaló.
La mina Quellaveco de Anglo American Plc tiene programado comenzar la producción en mayo o junio, mientras que la producción nacional se verá impulsada por un año completo de producción de la operación Mina Justa, dijo. Eso ayudará a contrarrestar una interrupción en curso en Las Bambas y una interrupción prolongada en la mina Cuajone de Southern Copper Corp.
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