Bloomberg — Apple Inc. (AAPL) fue golpeada por una queja formal antimonopolio de la Unión Europea sobre cómo maneja los servicios de pago del iPhone, un área donde los reguladores dicen que el gigante tecnológico favorece su propia tecnología sobre las plataformas rivales.
La Comisión Europea envió un llamado pliego de cargos alegando que la compañía abusa de su control sobre las billeteras móviles al limitar la forma en que las empresas de terceros pueden proporcionar servicios en el iPhone. La medida intensifica una investigación que comenzó hace casi dos años. Si se confirma, la empresa podría enfrentarse a fuertes multas en virtud de las normas antimonopolio de la UE.
El asunto se centra en Apple Pay, que los clientes pueden utilizar a través del chip de comunicación de campo cercano del iPhone. Eso les permite tocar para pagar, algo que no está disponible para los servicios rivales, como PayPal. Apple planea abrir la tecnología para que los vendedores puedan usarla para aceptar pagos, pero los clientes seguirán sin poder usar la función de toque para hacer pagos con servicios rivales, una necesidad más urgente para la mayoría de los propietarios de teléfonos.
Según los reguladores de la UE, la situación parece crear un campo de juego desigual.
“Tenemos indicios de que Apple restringió el acceso de terceros a la tecnología clave necesaria para desarrollar soluciones de monedero móvil rivales en los dispositivos de Apple”, dijo el lunes la jefa antimonopolio de la UE, Margrethe Vestager, en un comunicado. El pliego de cargos de la UE hace una conclusión preliminar de que la empresa “puede haber restringido la competencia, en beneficio de su propia solución”.
La decisión de intensificar su investigación se produce semanas después de que la UE aprobara nuevas normas de gran alcance para frenar el funcionamiento de las empresas tecnológicas estadounidenses en la región. Las medidas, diseñadas para funcionar junto con los poderes antimonopolio tradicionales, pretenden evitar que las empresas abusen de su poder como guardianes de la tecnología digital.
La investigación sobre Apple Pay fue uno de los dos casos que la Comisión Europea abrió en junio de 2020, como parte de los esfuerzos de Vestager para frenar a las poderosas empresas tecnológicas. Sigue a la decisión de la UE en 2016 de golpear a Apple con una factura fiscal récord de 13.000 millones de euros (US$13.700 millones), que es objeto de un caso judicial pendiente tras la exitosa apelación de la compañía en un tribunal inferior de la UE.
Apple defiende su enfoque señalando la popularidad de los servicios rivales en el iPhone. Eso incluye a PayPal, que está muy extendido en Europa, y algunas otras opciones que son más populares que Apple Pay en ciertos países europeos: MobilePay (Dinamarca), Swish (Suecia) y Payconiq (Bélgica).
La compañía también dijo que da a todos los bancos el mismo acceso al sistema de pago, con 2.500 bancos en Europa conectados, así como empresas fintech más pequeñas y servicios financieros advenedizos.
“Diseñamos Apple Pay para proporcionar una forma fácil y segura para que los usuarios presenten digitalmente sus tarjetas de pago existentes y para que los bancos y otras instituciones financieras ofrezcan pagos sin contacto para sus clientes”, dijo Apple en un comunicado, diciendo que “continuará comprometiéndose con la comisión para garantizar que los consumidores europeos tengan acceso a la opción de pago de su elección en un entorno seguro.”
La medida de la UE podría allanar el camino a multas de miles de millones de euros y a una orden para cambiar la forma de hacer negocios de Apple. Pero la empresa tendrá la oportunidad de impugnar las conclusiones de la UE por escrito y en una audiencia.
Con la asistencia de Mark Gurman.