La violencia estalló en la tradicional manifestación del Primero de Mayo en París, cuando decenas de miles de personas salieron a la calle en Francia para presionar al recién reelegido presidente Emmanuel Macron para que haga más por la clase trabajadora.
La manifestación del domingo en París se vio empañada por enfrentamientos entre los manifestantes, muchos de ellos vestidos de negro, y la policía, según informa la prensa local. El ministro del Interior, Gerald Darmanin, calificó la violencia de “inaceptable”.
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Los sindicatos franceses han apuntado a las tradicionales manifestaciones del día de los trabajadores de este año como un punto de encuentro para aquellos que quieren mostrar a Macron que su victoria electoral no le da un cheque en blanco. Macron fue reelegido para un segundo mandato de cinco años la semana pasada tras derrotar a la candidata de extrema derecha Marine Le Pen. Macron venció a Le Pen por casi 20 puntos porcentuales, aunque fue un margen mucho más estrecho que en su primera contienda en 2017.
La protesta del domingo fue también la ocasión para que los partidos de izquierda del país trataran de presentar un frente unido en el evento para defender los derechos de los trabajadores. Los partidos han estado en conversaciones para cooperar en las elecciones parlamentarias de junio en un intento de limitar el poder de Macron en la legislatura.
Jean-Luc Melenchon, el líder de extrema izquierda que quedó en tercer lugar en la votación presidencial, dijo en la protesta en París que los partidos de izquierda estaban “a unos milímetros” de un acuerdo electoral.