QUITO — Una encuesta hecha en Ecuador reveló que apenas 40% de las mujeres cree que tiene posibilidad de ascender en su trabajo frente a 54% de hombres que lo consideran así. El dato se desprende de un estudio realizado por el portal de empleos Multitrabajos y la organización especializada en género Grow, Género y Trabajo.
EL TECHO DE CRISTAL NO SE QUIEBRA
En el marco del Día del Trabajo que se conmemora este domingo 1 de mayo, las cifras revelan que hay 14 puntos porcentuales de diferencia en la percepción de la posibilidad de recibir una promoción en sus empleos entre hombres y mujeres, lo que muestra que romper el techo de cristal aún es una tarea compleja. Según la Superintendencia de Compañías, en el país apenas 3 de cada de 10 mujeres ocupan cargos directivos en las firmas, lo que hace que la presencia de las mujeres en los espacios de toma de decisiones sea limitada.
El concepto techo de cristal alude a la dificultad o falta de oportunidades que tienen las mujeres para alcanzar puestos de liderazgo en sus trabajos. El estudio realizado por Multitrabajos y Grow parte de una encuesta que indaga sobre las situaciones concretas de ocupación de los puestos de liderazgo en las organizaciones y las interpretaciones respecto a esas situaciones.
Cuando se le preguntó a las personas encuestadas cuál consideraban que era el motivo por el que la mayoría de las posiciones de liderazgo son ocupadas por hombres, además del 73% que refiere que históricamente las puestos directivos son ocupados por hombres, un 11% respondió: “Porque se dedican casi exclusivamente a su trabajo” y un 8% “porque son menos emocionales”.
A pesar de ello, 88,71% respondió que en la empresa hay o había mujeres que sí podrían ocupar esos espacios.
“ES MÁS FÁCIL PARA LOS HOMBRES”
Aunque el 86% no cree que los hombres tengan mayores habilidades de liderazgo, el 71% considera que es más fácil para un hombre ascender. Al analizar esta respuesta según el género del encuestado, el 90% de las mujeres consideró que es más fácil para un varón ascender y el 100% de las personas de otras identidades de género coincidió con esta mirada. En contraste, la mitad de los varones no cree que sea más fácil para ellos obtener un ascenso y la otra mitad piensa lo opuesto.
Cuando se indaga sobre la posibilidad de que personas de otras identidades de género puedan acceder a puestos de liderazgo, el 80% de los varones creen que podrían. Este número se reduce a 60% en el caso de las mujeres. De las personas de otras identidades de género, tres cada cinco respondieron que no.
“Es clara la tendencia: son menos los varones que consideran las barreras para las mujeres y para personas de otras identidades de género. Quienes gozan de privilegios no pueden ver las barreras presentes para otras personas, no parecen ser conscientes de los propios privilegios ni las desigualdades estructurales”, sostiene el estudio.