1 de mayo, ¿celebramos la informalidad laboral?

La tasa de informalidad laboral en Panamá se situó a finales del 2021 en 47,6%, mientras que el desempleo se mantuvo en 11.3%.

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Ciudad de Panamá. — Su lugar de trabajo es la calle. Bajo el intenso sol panameño o a merced de la lluvia, Juan Sánchez sale de su casa desde muy temprano a ganarse la vida vendiendo chichas (refrescos de sabores naturales) y empanadas, montado sobre una bicicleta que su ingenio convirtió en un triciclo invertido.

Treintañero, pequeño de estatura, con amenazas de calvicie, piel con huellas del sol, de hablar en cambios, lento y rápido, comenta que antes de la pandemia tenía un trabajo estable en una empresa distribuidora de alimentos que drásticamente redujo su planilla.

“De tener un sueldo base de 800 dólares pasé a ganarme lo que haga en el día, que pueden ser 30 o 40 dólares, cuando la cosa está buena”, dice mientras sus pupilas se dilatan y hace aspavientos con las manos.

“Soy un desempleado funcional”, se define Sánchez, quien hoy día forma parte de una legión de trabajadores informales que a finales el 2021 cerró con una tasa de 47,6%, un leve repunte de 2,7 puntos porcentuales respecto al 2019, de acuerdo con cifras oficiales de la Encuesta de Mercado Laboral del gubernamental Instituto Nacional de Estadística y Censo.

La encuesta indica que el porcentaje de desocupación en el país pasó de 7.1% en agosto 2019 a 11.3% en octubre de 2021, acrecentando los porcentajes de desocupación en ambos sexos. Para los hombres se incrementó en 5.2 puntos porcentuales, mientras que para las mujeres aumentó en 3.0 puntos porcentuales, dando como resultado que la desocupación masculina se sitúa en 11.0% y la femenina en 11.8%.

En el mes de referencia de la encuesta, octubre de 2021, la Población Económicamente Activa (PEA) del país se ubicó en 1,966,467 personas, que significó el 60.4% de la población de 15 y más años de edad.

Aunque la informalidad laboral aumenta, impactada por la pandemia de Covid -19, durante los años 2004-2016 Panamá estaba considerada como una de las naciones con el mayor nivel de informalidad en el mundo, según un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), citado por el Centro Nacional de Competitividad.

El estudio analizó la informalidad laboral en 19 países, donde el país del Canal ocupó la posición 13 de los que presentaban una mayor informalidad laboral en el mundo y tercero entres las nueve naciones analizadas en América Latina y el Caribe.

Pese a que actualmente el país muestra una ligera recuperación económica, la tasa de desocupación a octubre de 2021 subió 4.2 puntos porcentuales, respecto a agosto 2019, es decir, de 7.1% a 11.3%; en tanto que el número de ocupados disminuyó en 176,255 personas, de los cuales 38,238 pertenecen al sector informal.

El único incremento en el empleo que se dio durante el 2021 fue en el rubro de empleados del gobierno, 2.4%, es decir, de 293,398 empleados en 2019 se pasó a 300,547 en el 2021, siempre según la Encuesta de Mercado Laboral del gubernamental Instituto Nacional de Estadística y Censo.

En 2021 el Producto Interno Bruto (PIB) real de Panamá llegó a $40,736.4 millones, un incremento de $5,416.6 millones, o sea un 15.3% respecto al 2020, según el Ministerio de Economía y Finanzas.

Esta paulatina recuperación de la economía panameña ha estado liderada por actividades como la explotación de minas y canteras con $1,556.5 millones, o sea el 27.6% del incremento anual total, el comercio al por mayor y menor con $1,212.9 millones, 21.5% del alza, la construcción con $1,067.5 millones, 18.9% del incremento y el sector de transporte, almacenamiento y comunicaciones con $596.4 millones, un 10.6% del aumento.

Para el economista Raúl Moreira, el problema es que las políticas públicas están enfocadas al estímulo de empresas -que a través de sus inversiones impulsan el PIB como indicador- pero estas no generan la cantidad de empleos que requiere la economía en la actualidad, tales como construcción, comercio, agricultura y la industria.

Añadió que el estímulo indiscriminado de la Inversión extranjera directa le abre las puertas a empresas que en vez de abrir nuevas empresas en Panamá, compran las existentes y a través de procesos de “racionalización gerencial” prescinden de mano de obra o compran dos empresas y las fusionan en una sola desvinculando una cantidad importante de personas que al entrar a un mercado laboral deprimido, pasan en su mayoría a engrosar la informalidad en nuestro país.

“No existen políticas para reducir la informalidad” sino todo lo contrario, el Estado la favorece con el argumento de crear más plazas de trabajo cuando avala, por ejemplo, a los mensajeros que trabajan haciendo delivery. Se usa el modelo económico de los 80, en países desarrollados se aumenta el salario para aumentar el consumo, dijo el economista Felipe Argote, quien aseguró que en Panamá impera el “capitalismo salvaje”.

Negando con la cabeza, Juan Sánchez dice que desconoce todo eso. Insiste en que él solo sabe que “la situación está dura” y que todas las mañanas, cuando las brumas aún luchan con la claridad del nuevo día, debe salir a la calle a buscar “el pan nuestro de cada día”, sin nada que celebrar.