Bloomberg Línea — Los países más pobres en el mundo sufrirían pérdidas económicas casi cuatro veces más que las naciones de renta media-alta y alta ante el cambio climático, advirtió un análisis de S&P Global Ratings.
Se trata de la primera investigación de S&P Global Ratings sobre la exposición y la capacidad de los países para hacer frente al cambio climático y adaptarse a él.
La calificadora considera que los riesgos climáticos físicos podrían exponer a pérdidas del 3,3% del Producto Interno Bruto (PIB) global para 2050, bajo un escenario “optimista” donde se logra disminuir las concentraciones de emisiones GEI en la atmósfera.
El impacto en el PIB sería del 4% bajo un “escenario moderado” que queda a deber frente al Acuerdo de París de limitar el aumento de la temperatura del planeta a “muy por debajo” de 2 °C, al registrar posiblemente un incremento medio de 1,8°C.
Las pérdidas se elevarían al 4,5% del PIB mundial bajo el escenario más crítico sin ninguna medida de adaptación y en el que todos los riesgos se materializan de manera simultánea.
“Se espera que estos riesgos y sus costes asociados aumenten con el tiempo, ya que se prevé que sean más frecuentes y graves, sobre todo desde mediados de siglo hasta 2100″
S&P Global Ratings
Alrededor del 12% de la producción económica de las naciones de ingresos bajos a medios-bajos estará amenazada, en comparación con el 3% de los países de ingresos altos y medios-altos, dijo S&P Global Ratings tomando en cuenta el escenario moderado a partir de las mediciones del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), por sus siglas en inglés.
La evaluación sobre la vulnerabilidad y el grado de preparación de 135 países para los próximos 30 años muestra también que los riesgos serían más persistentes en las naciones más afectadas, debido a su menor capacidad de adaptación al contar con instituciones y finanzas más débiles, como es el caso de los países ubicados alrededor del ecuador y los pequeños estados insulares.
Los riesgos climáticos, como tormentas, inundaciones, incendios forestales y olas de calor, pueden afectar a la riqueza de los países a través de daños directos a su capital físico y al flujo potencial de ingresos; por ejemplo, las olas de calor pueden reducir la productividad laboral.
Golpe regional
Los impactos regionales de los peligros climáticos serían más pronunciados en el sur de Asia, con entre el 10% y el 18% del PIB en riesgo, esto representaría 10 veces más vulnerabilidad que en Europa, debido a su exposición a tormentas, inundaciones y aumento del nivel del mar.
Después, las naciones de Asia Central, África Subsahariana y Oriente Medio y Norte de África (MENA) experimentarían las segundas mayores pérdidas de su PIB por riesgos físicos debido principalmente al estrés hídrico y a las olas de calor, según el análisis.
“Los países subsaharianos son los menos preparados para mitigar los riesgos físicos”, dijo el estudio.
Por otro lado, es probable que los países de Asia Central estén expuestos a niveles de estrés hídrico similares a los de países mediterráneos como España, Portugal, Italia, Grecia y Turquía. Sin embargo, experimentarían un impacto peor, ya que una mayor proporción de su PIB proviene de la agricultura.
Se prevé que los países de Asia Oriental y el Pacífico se enfrenten a niveles de exposición similares a los del África Subsahariana ante tifones y la grave subida del nivel del mar. La región contiene un gran número de islas -por ejemplo, Filipinas- que son mucho más vulnerables que el resto del mundo.
Fiyi, Hong Kong, Taiwán y Papúa Guinea estarían especialmente expuestos a riesgos agudos, aunque cuentan con una preparación alta para enfrentar peligros de este tipo, lo que también se vería en China ante un estrés hídrico grave.
En tanto, la región de América Latina y el Caribe está expuesta a riesgos físicos similares a los de las islas del Pacífico. El contraste es que muchos países de esta última región junto con Asia Oriental se encuentran económicamente más avanzados, como Japón, Hong Kong, Singapur y Australia, lo que hace que sea mucho más probable que se adapten a los riesgos que la mayoría de sus homólogos caribeños.
América Latina y el Caribe ven aumentar su vulnerabilidad en medio de una menor preparación, advierte la calificadora. Las islas del Caribe y los países de América Central son las zonas que estarían significativamente más expuestas hacia 2050, siendo las tormentas, el aumento del nivel del mar y las inundaciones los principales factores de riesgo.
Son Aruba, Bahamas, Barbados, Belice, Curazao, República Dominicana, Jamaica, Suriname, Trinidad y Tobago e Islas Turcas y Caicos los 10 territorios cuyo PIB se vería expuesto en su totalidad ante el golpe del cambio climático. Les seguirían Nicaragua, Honduras con el 98% y 96% de sus PIB, respectivamente.
Por otro lado, América del Norte estaría más expuesta al riesgo físico que América Latina, y el estrés hídrico se convertiría en un problema mayor que en Sudamérica.
Catástrofes al alza
De acuerdo con la Organización Meteorológica Mundial (OMM), en los últimos 50 años se ha producido, en promedio, una catástrofe cada día relacionada con el clima o el agua, causando 115 muertes diarias y más de US$202 millones en pérdidas por día.
Más del 90% de las muertes asociadas a estas catástrofes se produjeron en los países en desarrollo.
Si se mantiene la tendencia actual, el número de catástrofes podría aumentar hasta 560 al año en 2030, un 40% más respecto a 2015, según la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres.
S&P Global Ratings proyecta que la exposición a los peligros climáticos se agravarán y aumentarán en todas las regiones, lo que se produciría también a medida que el crecimiento económico genere más riqueza y bienes que se dañen o se pierdan.
Las economías más ricas como Alemania, el Reino Unido, Francia o las economías nórdicas podrían estar entre las mejor situadas a nivel mundial para adaptarse.
Si bien, Estados Unidos es el país norteamericano más expuesto a los riesgos físicos graves, con un 44% del PIB expuestos a tormentas, incendios forestales e inundaciones, situándose en la mitad superior de todos los países en términos de exposición, su preparación para adaptarse es una de las más altas, según S&P.
“La cooperación y el apoyo internacionales pueden ayudar a los países más vulnerables a financiar un déficit de adaptación cada vez mayor, a la vez que se refuerza la resistencia al cambio climático, un problema al que han contribuido relativamente poco”
S&P Global Ratings no consideró este análisis en cuanto a las calificaciones soberanas, dadas las incertidumbres inherentes a los eventos climáticos venideros. El análisis busca que se ponga en marcha la adecuada preparación de los diferentes soberanos ante los posibles riesgos climáticos.