Lima — Este último miércoles S&P Global Ratings redujo su calificación en moneda extranjera en escala global de la empresa peruana estatal Petroperú a ‘BB’ de ‘BB+’, con el objetivo de reflejar que la agencia calificadora ve debilidad en la liquidez y flexibilidad financiera de la compañía del Estado de Perú que ha estado bajo el ojo de la tormenta en los últimos meses.
El perfil crediticio independiente de Petroperú también bajó a ‘b-’ de ‘b’, mientras que S&P mantuvo la visión de una alta probabilidad de apoyo del Gobierno ante cualquier contingencia. Para S&P Ratings, esto “es un componente clave de la calificación que proporciona cuatro niveles de mejora a la calificación final”.
La perspectiva de S&P Ratings sobre Petroperú se mantuvo en el nivel negativo, lo que refleja la opinión de la callificadora de que es posible que se dé una nueva rebaja en la calificación de la compañía “en varios niveles“ en los próximos 90 días y la preocupación que tiene la agencia sobre los retrasos que se han dado para abordar los retrasos en la presentación de la auditoría financiera del 2021.
La posibilidad de que la agencia siga recortando la calificación de Petroperú dependerá de la ejecución de su plan para abordar la auditoría pendiente del 2021, que la estatal ha enfatizado que está en curso; aunque los plazos iniciales se han modificado.
“También consideramos la necesidad de obtener las exenciones de los tenedores de bonos y de Cesce -prestamista en España- y asegurar los fondos para el pago de la primera cuota de la línea de crédito de Cesce en junio de 2022, considerando la escasa liquidez de Petroperú”. alertó S&P Global Ratings en su comunicado sobre la revisión.
El 5 de abril, Petroperú anunció el nombramiento de un nuevo directorio y realizó cambios gerenciales clave, incluido un nuevo director ejecutivo y director financiero. Así Humberto Campodónico asumió la presidencia del directorio de Petroperú siete días antes de que se diera inicio a la operación de la refinería de Talara, una de las obras que ha generado el alto nivel de endeudamiento para la estatal al tener un costo superior a los US$4.000 millones.
“Teniendo en cuenta los últimos acontecimientos, incluido el retraso en la ejecución del plan para abordar las finanzas auditadas de 2021 aún pendientes y el deterioro de los saldos de capital de trabajo resultante de plazos de pago más cortos para las importaciones de petróleo en el primer trimestre, llegamos a la conclusión de que se han debilitado las condiciones de Petroperú desde nuestra última publicación y (la anterior calificación) ya no es acorde con la evaluación de liquidez”, resalta S&P Global Ratings.
LIQUIDEZ DE PETROPERÚ BAJO ESTRÉS
La agencia espera que la liquidez pueda permanecer bajo presión en el corto plazo mientras se materializa el plan para abordar la auditoría pendiente, incluidas las negociaciones de exención con los prestamistas de Petroperú y mientras las iniciativas para respaldar la liquidez de la empresa se implementan de manera efectiva (que incluyen, por ejemplo, asegurar los fondos para el reembolso a Cesce en junio de 2022).
“A partir de hoy, sin otras firmas de auditoría alineadas como alternativas y con el acuerdo con el auditor PricewaterhouseCoopers (PwC) aún pendiente, observamos que las instalaciones a corto plazo no comprometidas de la compañía cayeron a US$2.700 millones desde US$3.000 millones entre febrero de 2022 y el 20 de abril de 2022. También vemos una mayor tasa de uso de las instalaciones, que aumentó de 33% a 53%. Esto presiona nuestro índice de liquidez, que muestra un déficit material”, alerta la agencia.
Por otro lado, S&P Global Ratings apunta que el apoyo y la supervisión continuos más efectivos desde el Gobierno “habrían impedido que ocurrieran los eventos que afectan a Petroperú”, por lo que ya no ve una fortaleza relativa de la entidad peruana en comparación a sus pares regionales como las refinerías estatales de Chile y Uruguay.
Aunque Petroperú espera anunciar próximamente el acuerdo con PwC para realizar la auditoría aún pendiente que generó tantos problemas para la empresa en los últimos meses, S&P tomó en cuenta que ninguna otra firma auditora se presentó como postora para asumir la revisión de los estados financieros del 2021 de la entidad. “Sin embargo, en esta etapa, la fecha objetivo para que Petroperú publique sus estados auditados ya no es el 15 de junio como se propuso inicialmente, sino el 15 de julio como mínimo o incluso a principios de agosto”, anota la agencia.
Una vez que se firme el acuerdo, S&P Global Ratings espera que Petroperú y su asesor financiero lancen oficialmente una solicitud de consentimiento para renunciar a los incumplimientos relacionados con los bonos y la documentación de Cesce.
“En nuestra opinión, todavía hay una probabilidad muy alta de que la compañía se beneficie del apoyo extraordinario del gobierno en caso de dificultades financieras y para evitar un incumplimiento en el pago. Basamos esta evaluación en el papel muy importante de la compañía en la matriz energética de Perú. También creemos que Petroperú tiene un vínculo muy fuerte con el Gobierno. Este último participa en decisiones de inversión clave y otorga autorización para realizar inversiones significativas y aprobación para aumentar la deuda. Además, en el pasado, el Gobierno mostró signos de apoyo y actualmente tiene en consideración varias iniciativas para apoyar a Petroperú”, remarca S&P.
Recientemente los accionistas del Gobierno que conforman el directorio de Petroperú han reafirmado su intención de apoyar a la compañía, especialmente después del reciente nombramiento de una nueva administración. S&P recuerda que el directorio confirmó que Petroperú es un activo estratégico para el país y cumple un rol crítico en el suministro de combustible, por lo que planean tomar las medidas necesarias para evitar un incumplimiento de pago de la empresa.
“Continuaremos monitoreando la relación entre Petroperú y el gobierno peruano, incluidos los incentivos, la capacidad y las herramientas de este último para apoyar a la compañía, particularmente en el contexto económico global incierto y las condiciones específicas de la compañía, que en este momento están muy estresadas”, puntualiza S&P.