Santiago — El encarecimiento de los alimentos se convirtió en un dolor de cabeza para muchos chilenos. Aunque casi todos los productos de la canasta básica están mostrando aumentos en sus costos en los últimos meses, el aceite comestible está cobrando cada vez más relevancia por las bruscas alzas de su valor.
El precio promedio del litro del aceite maravilla subió un 63,6% entre enero y abril de este año, mientras que el aceite vegetal se elevó en 67% en el mismo periodo, según un cálculo realizado con datos de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (ODEPA). Además, de acuerdo con un informe del Ministerio de Desarrollo Social el costo del aceite vegetal combinado o puro experimentó una variación mensual del 6,1% en marzo respecto a febrero de 2022. Pese a que no es el artículo que sufrió el mayor incremento entre los medidos por la cartera en ese período, sí es uno de los que más impresionó a consumidores. “Vendo camisa con manchas de aceite o permuto por vehículo o casa en el campo”, decía un usuario de Twitter hace unos días.
UN ALZA MUNDIAL
No es un fenómeno exclusivo de Chile. El índice de precios de los aceites vegetales de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) se ubicó en un promedio de 248,6 puntos en marzo, lo que equivale a un aumento de 46,9 puntos (un 23,2 %) respecto de febrero, marcando un nuevo récord. “La pronunciada subida del índice se vio impulsada por el aumento de los precios de los aceites de girasol, palma, soja y colza. Las cotizaciones internacionales del aceite de girasol aumentaron de forma sustancial en marzo, impulsadas por la disminución de los suministros para la exportación en medio del actual conflicto en la región del Mar Negro”, señaló el documento.
Ucrania, el epicentro de la guerra, es el mayor exportador de aceite de girasol a nivel global. Alejandro Micco, profesor asociado de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, recuerda que los dos países en conflicto son responsables de la producción mundial de commodities agrícolas como granos. “De este modo, los embarques de ese producto han caído por efecto de la guerra. También hay una incertidumbre de qué pasará en el futuro con las nuevas plantaciones”, explicó a Bloomberg Línea.
De acuerdo con la FAO los valores volátiles y más elevados del petróleo también empujaron al encarecimiento internacional de los aceites vegetales, entre otros factores. Pero los efectos de la invasión de Rusia a Ucrania solo acentuó una tendencia, pues el costo del aceite se estaba elevando en Chile desde el año pasado.
SOSPECHAS DE COLUSIÓN
La Organización de Consumidores y Usuarios de Chile (ODECU) solicitó al Ministerio de Economía, al Servicio Nacional al Consumidor (SERNAC) y la Fiscalía Nacional Económica (FNE) tomar acciones respecto al aumento en los precios de alimentos, especialmente lo que consideran una “excesiva alza” de los precios del pan, la leche, los huevos, y especialmente el aceite, según un comunicado.
También parlamentarios pidieron abrir una investigación ante una eventual colusión por la subida de los alimentos. Cristián Tapia, diputado del partido de centroizquierda PPD, dijo a CNN Chile que tenían pruebas relacionadas con trabajadores de distintos supermercados que habrían visto “cómo se han acumulado bodegaje con aceite, a harina y otros insumos importantes”.
EL MAYOR PROBLEMA ECONÓMICO
Los chilenos están viendo a la inflación como el principal problema económico del país, según una encuesta de la firma Cadem publicada el 18 de abril, y el aceite usado para cocinar es solo una pieza dentro de este rompecabezas. El IPC mensual de marzo (1,9%) anotó el mayor registro desde 1993, mientras que el anual llegó a 9,4%, el más alto en 14 años.
El Gobierno está avanzando en una serie de medidas para intentar reducir el impacto, mientras que el Banco Central ha subido la tasa de interés desde julio del año pasado. El Ministerio de Hacienda presentó un plan de recuperación económica, Chile Apoya, que establece varios subsidios, medidas para apaciguar el alto costo de la vida y crear 500.000 empleos.
Micco asegura que las medidas para impulsar los empleos atenuaría el efecto de la inflación. “Que la gente vuelva a trabajar ayudaría en el impacto sobre la inflación porque habría más productos en las mesas de los hogares y eso hace caer los precios”, explicó.