Desde que Elon Musk se planteó como objetivo quedarse con Twitter Inc. (TWTR), viene prometiendo llevar adelante mejoras en relación a la libertad de expresión y la transparencia. Y, en cuanto a esto último, uno de los objetivos autoimpuestos por el magnate es el de abrir el algoritmo que utiliza la red social.
¿Pero qué significa que un sitio sea algoritmo abierto? El algoritmo determina la prioridad en la que los tweets se envían a los usuarios, ya sea ampliando o limitando la cantidad de millones de personas que los ven. Musk quiere que el público pueda realizar una forma de auditoría respecto del algoritmo e incluso mejorarlo.
El 13 de marzo el magnate había lanzado una encuesta en la red social preguntando si el algoritmo debía ser abierto o no y más del 80% de sus seguidores respondió afirmativamente.
Más acá en el tiempo, el 14 de abril, el CEO de Tesla (TSLA) apareció en una conferencia TED en Vancouver, Canadá, y señaló que debería quedar más claro para los usuarios cuando Twitter toma alguna acción que impacta en lo que uno tuitea y también como se generan las decisiones de amplificar o restar énfasis a los tuits.
En ese mismo discurso, Musk aseguró que Twitter está “obligado por las leyes del país en el que opera” (Estados Unidos) a abrir su algoritmo y hay que “cumplir con esas reglas”. También añadió que es “bastante peligroso” tener “tuits misteriosamente promovidos y degradados” y tener un “algoritmo de caja negra”. Por eso, consideró que una vez que se dé a conocer el secreto, “no habrá ningún tipo de manipulación tras bambalinas, ya sea algorítmica o manual”.
Un estudio interno elaborado por Twitter hacia fines de año pasado determinó que el algoritmo de la red social tenía mayor propensión a mostrar contenidos de derecha (en términos de espectro político) que de izquierda.
En relación a ello, Musk tuiteó recientemente: “Para que Twitter merezca la confianza del público, debe ser políticamente neutral, lo que efectivamente significa molestar a la extrema derecha y a la extrema izquierda por igual”.
¿Qué implicaría abrir el algoritmo y qué consecuencias podría tener?
Algunos analistas consideran que la idea de abrir el algoritmo es una simplificación, y el asunto no generaría grandes cambios.
“El algoritmo no es una cosa”, afirmó al Washington Post Nick Seaver, profesor asistente de antropología en Tufts que investiga los algoritmos que impulsan los motores de recomendación. “Los sistemas son tan complejos, que a las propias empresas de tecnología a menudo les resulta difícil saber por qué su software le muestra a un usuario una publicación sobre otra”, detalló. E incluso ironizó: “La gente dentro de Twitter también quiere entender cómo funciona su algoritmo”.
En línea con esta visión, Jonathan Gray, profesor titular de estudios de infraestructura crítica en el King’s College de Londres, señaló en diálogo con MIT Technology Review que abrir el algoritmo “es como tratar de comprender a las criaturas antiguas solo con material genético”. A la hora de explayarse en su metáfora, Gray explicó: “Nos dice algo, pero sería una exageración creer que sabemos cómo vivían”.
“Las personas hablan sobre la responsabilidad algorítmica, pero los algoritmos en sí mismos no son necesariamente lo que queremos ver, lo que realmente queremos es información sobre cómo se desarrollaron”, afirmó Jennifer Cobbe, investigadora postdoctoral asociada en la Universidad de Cambridge.
Para Cobbe, incluso, los riesgos superan los beneficios potenciales. “El código de la computadora no nos da ninguna idea de cómo se entrenaron o probaron los algoritmos, qué factores o consideraciones entraron en ellos, o qué tipo de cosas se priorizaron en el proceso, por lo que el código abierto puede no marcar una diferencia significativa en la transparencia. Pero sí podría introducir algunos riesgos de seguridad significativos”, aclaró.
En tanto, Ariel Procaccia, un profesor de ciencias de la computación de la Universidad de Harvard, sí se mostró a favor de la iniciativa de Musk, al destacar en CNN que quienes logren entender el algoritmo podrían ser capaces de averiguar cómo Twitter decide qué tuit mostrar a los usuarios.
Y añadió: “En esas circunstancias, más vale que la empresa se asegure de que sus algoritmos sean justos, ya que seguramente tendrá que rendir cuentas si no lo son. Creo que esto sería positivo para los usuarios”.
”Por supuesto, los usuarios podrían copiar el código y modificarlo, pero esos cambios no afectarían a los algoritmos desplegados en Twitter”, afirmó Procaccia. Y sostuvo que “es muy poco probable que Twitter se plantee siquiera desplegar cambios realizados por personas que no son empleados”. Aunque hacer públicos sus algoritmos podría aumentar la confianza de los usuarios, también podría dar ventaja a los competidores. Como señaló Procaccia, los rivales podrían copiar y desplegar los algoritmos de Twitter.
Sin cambios hasta que llegue Musk
Twitter Inc. bloqueó los cambios en su plataforma de redes sociales después de aceptar la oferta de compra de Elon Musk (por US$ 44.000 millones), según informó Bloomberg. Esto dificulta que los empleados realicen cambios no autorizados, según personas familiarizadas con el asunto.
Por ahora, Twitter no permitirá actualizaciones de productos a menos que sean críticas para el negocio, dijeron las personas, que pidieron no ser identificadas porque la situación es privada.