Desde su irrupción, a fines del 2019, el SARS-CoV-2, ha ido mutando y, actualmente, ómicron se ha instalado como la variante que domina la escena. No obstante, en los últimos meses han ido surgiendo subvariantes que incrementan la contagiosidad y, por consiguiente, la propagación del virus.
De hecho, en Europa, donde los casos de coronavirus habían ingresado en una meseta, se empiezan a observar repuntes importantes bajo la subvariante ómicron BA.2 y sus derivados, aún más transmisibles.
Un ejemplo de este repunte es España, donde se ha registrado un aumento del 45,1% de personas hospitalizadas por coronavirus. En tanto, en Estados Unidos, entre el 1° y el 24 de abril, los nuevos casos de COVID-19 han aumentado en un 75%, principalmente a raíz de BA.2.
Esta subvariante también mantiene en vilo a China, país en el que han estallado la cantidad de casos, dando lugar a severos confinamientos.
Silenciosa
Se estima que esta subvariante representa casi el 75% de los casos de coronavirus en Estados Unidos y que también se ha convertido en dominante en el continente europeo.
La particularidad de BA.2. es que se conoce como ómicron “silenciosa”, porque no tiene el marcador genético que los investigadores utilizaban para para determinar rápidamente si una infección era por ómicron “regular” (BA.1), o la variante delta.
Una infección por BA.2 puede detectarse mediante un PCR, pero estos tests no pueden distinguir BA.2 de delta. Hace falta hacer otras pruebas para estar seguros.
Según un artículo de National Geographic, BA.2 puede ser algo más preocupante que las anteriores versiones de ómicron.
En el Reino Unido el número de casos que se está registrando durante la actual oleada de BA.2 es mucho menor que el que vieron durante la oleada de ómicron a finales de diciembre de 2021, pero el número de hospitalizaciones es casi el mismo.
Añade el medio especializado que un equipo dirigido por Kei Sato, virólogo de la Universidad de Tokio (Japón), creó una versión sintética de BA.2 en el laboratorio, y descubrió que crece más rápido en las células que recubren las fosas nasales y tiene mayor propensión a atacar los pulmones. Este virus similar al BA.2 también causó una enfermedad más grave en los hámsters que su homólogo BA.1.
Asimismo, existe una nueva descendiente de BA.2, llamada BA.2.12.1, que se viene extendiendo rápidamente, causando el 20% de todos los casos en EE.UU. que se vieron a un mes de su descubrimiento (a principios de marzo). Según estimaciones preliminares mencionados por National Geographic, la BA.2.12.1 se propaga más rápidamente que las cepas anteriores y podría esquivar con más éxito los anticuerpos del sistema inmunitario.
“BA.2.12.1 ha aumentado rápidamente en proporción en los EE.UU. en comparación con otras subvariantes BA.2″, sobre todo en la región de Nueva York y Nueva Jersey, dijo a CNN la portavoz de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, Kristen Nordlund.
XE, la variante recombinante
A la vez, existe un nuevo sublinaje, denominado XE: se trata de una variante recombinante -surgida de las subvariantes de ómicron BA.1 y la BA.2.
Según la Organización Mundial de la Salud, XE puede prevalecer, por tratarse de la variante “más contagiosa de todas las conocidas hasta la fecha”. Sin embargo, no pareciera incrementar el riesgo de infección grave, en relación a los anteriores subtipos.
“No está demostrando que sea más peligrosa o más patógena. Es decir, no hace una enfermedad más grave. Lo que es, es más contagiosa, de forma que hace que el virus circule con más frecuencia”, indicó en una entrevista para Infosalus José Manuel Bautista, catedrático de Bioquímica y Biología Molecular y uno de los coordinadores del proyecto CovidLot de la Universidad Complutense de Madrid (UCM).
Los casos de XE parecieran ser bajos aún, pero han crecido lo suficiente como para que la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido estime que es aproximadamente un 10% más contagiosa que la BA.2.