Bloomberg — Mientras los agricultores ucranianos siguen trabajando en el campo durante la guerra, pronto se enfrentarán a un nuevo problema: dónde almacenar las próximas cosechas.
La invasión rusa comenzó durante un período de máxima exportación de maíz de Ucrania, lo que ha dejado un gran volumen de grano atascado en las granjas al cerrarse los puertos. Aunque algunas cosechas siguen saliendo por ferrocarril y carretera, se necesitarán al menos 10 meses para liquidar el actual excedente de la cosecha, según afirma en una nota el analista UkrAgroConsult, con sede en Kiev.
Además de los obstáculos, hasta un 5% de los silos de grano del país han sufrido daños por la guerra y a otro 15% no se puede acceder, según estimaciones de UkrAgroConsult. Esto podría dejar a los agricultores sin espacio de almacenamiento para el otoño boreal, incluso cuando se espera que las cosechas se reduzcan a la mitad con respecto al año pasado.
Debería haber suficiente espacio para las primeras cosechas, como el trigo, mientras que otros granos más tarde, como el maíz, podrían sufrir una escasez de almacenamiento a menos que se reanude el comercio marítimo. El Consejo Internacional de Cereales estima que las reservas de grano de Ucrania de cara a las próximas cosechas cuadruplicarán la cifra normal.
“Si el bloqueo del Mar Negro por parte de los buques de guerra rusos se prolonga hasta septiembre, esto podría suponer un serio obstáculo para el desarrollo del sector agrícola”, declaró Maryna Marynych, analista de UkrAgroConsult. “Es bastante probable que algunos agricultores tengan que dejar el maíz en los campos hasta la próxima primavera, lo que sin duda afectará a la calidad y el precio del grano”.