Tras haber comprado un 9,1% de las acciones de Twitter Inc. (TWTR), Elon Musk va por más y manifestó abiertamente su intención de quedarse con el 100% de la empresa, algo que podría concretarse en las próximas horas, según trascendidos.
Mientras se espera la “jugada del año”, el magnate sudafricano ha manifestado desde hace tiempo y abiertamente los cambios que pretende hacer en la red social si logra hacerse del paquete accionario total.
Una de las propuestas que más ruido generó es que quiere sacar a Twitter de la bolsa, aunque también hay modificaciones vinculadas al funcionamiento del día a día de la red.
Pelea contra los SPAM
El 21 de abril, el CEO de Tesla Inc. (TSLA) aseguró que, en caso de comprar la red social piensa darle batalla a los mensajes no deseados que reciben los usuarios. “Si nuestra oferta de Twitter tiene éxito, venceremos a los robots de spam o moriremos en el intento”, aseguró en un principio y luego amplió que se deberían autenticar a todos los “humanos reales”.
Musk había sugerido también que los usuarios deberían pagar una pequeña cuota para obtener una marca de verificación. “El precio debería ser probablemente de US$2 por mes”, indicó.
Libertad de expresión
Pero para conocer más profundamente las intenciones del magnate hay que retroceder aún más en el tiempo. Musk fue una de las personas que se manifestó en contra de la decisión de Twitter de dar de baja la cuenta del expresidente estadounidense Donald Trump.
“Mucha gente va a estar muy descontenta que la alta tecnología de la costa oeste sea árbitro de facto de la libertad de expresión”, indicó en un posteo publicado el 21 de enero, tras la exclusión del ex. mandatario.
Esto permite inferir que una de sus prioridades en caso de llegar a la conducción de Twitter será ampliar los discursos y la libertad para manifestar distintas opiniones.
Otro de los mensajes de Musk que va en este sentido es aquel publicado el 26 de marzo, cuando sostuvo: “Dado que Twitter funciona como la plaza pública de facto, no adherirse a los principios de la libertad de expresión socava fundamentalmente la democracia”.
Un día antes de aquel mensaje les había preguntado a sus seguidores si Twitter se adhería “rigurosamente” al principio de libertad de expresión. Y el 70% contestó que no.
Algoritmo público
También, previo a la compra de una parte del paquete accionario, Musk consultó a sus seguidores si el algoritmo de Twitter debía ser público y más del 80% de los votantes eligió el “sí” como respuesta.
Parte de la tecnología de Twitter ya es de código abierto, lo que significa que está disponible públicamente para que cualquiera pueda verla, reelaborarla y utilizarla para otros fines. Pero lo que Musk estaba proponiendo, implícitamente, es que las reglas que sigue la tecnología para determinar lo que el usuario ve en su línea de tiempo de Twitter debería ser público también.
Botón de editar
Otro de los cambios que el CEO de Tesla sugirió a sus seguidores es el de incorporar a los tuits un botón de editar, tal como sucede en Facebook. Esta propuesta tuvo una aceptación del 70%.
Blockchain
Uno de los objetivos de Musk es impulsar Twitter hacia la web3, lo que se conoce como la “tercera generación” de Internet, que promete una estructura más segura y libre gracias a la tecnología blockchain.
En el Internet 3.0, el usuario recuperaría el control de sus datos, los mismos con los que actualmente comercializan las grandes tecnológicas: la localización, hora, modelo de móvil.
Adiós a la cotización pública
En una carta dirigida a Bret Taylor, presidente del Consejo de Twitter, Musk planteó: “Invertí en Twitter porque creo en su potencial para ser la plataforma para la libertad de expresión en todo el mundo, y creo que la libertad de expresión es un imperativo social para una democracia que funcione. Sin embargo, desde que hice mi inversión, me doy cuenta de que la compañía no prosperará ni servirá a este imperativo social en su forma actual. Twitter necesita ser transformado como una empresa privada”.
La intención del magnate es que Twitter abandone su cotización pública, por lo que ya no se podrían tradear su acciones.