Bloomberg — Durante años, los malos resultados de Volkswagen (VOW3) en Estados Unidos alimentaron el debate entre los directivos de la empresa sobre si el mayor fabricante de automóviles de Europa debía simplemente hacer las maletas y marcharse.
Según el CEO, Herbert Diess, eso ya no es ni remotamente una opción.
“No vamos a ninguna parte”, dijo Diess en una reciente entrevista con el programa 60 Minutes de la CBS. “No, tenemos que volver a EE.UU. Tenemos que ser relevantes en EE.UU. Y estamos en el camino correcto”.
El camino correcto, según Diess, es centrarse en los vehículos más grandes que atraen a los conductores estadounidenses, en lugar de enviar sedanes diseñados para los consumidores europeos. Esto incluye los SUV eléctricos como el ID.4 y el ID. Buzz, una iteración alimentada por baterías del minibús de la era hippie que sigue teniendo seguidores de culto.
“No nos tomamos al cliente estadounidense lo suficientemente en serio”, dijo Diess.
El camino correcto también implica mostrar la cara y estrechar manos, especialmente después del catastrófico escándalo de las emisiones de diésel de la empresa. El mes pasado, Diess asistió al festival South by Southwest de Austin, Texas, donde mostró el ID. Buzz, se codeó con CEOs de empresas emergentes y se reunió con el gobernador de Texas, Greg Abbott. Unos días después estuvo en Chicago para charlar con Jeff Bezos y asistir a la conferencia tecnológica MARS del fundador de Amazon (AMZN), a la que sólo se puede acceder por invitación.
Herbert Diess (@Herbert_Diess): El desenfado y la curiosidad por la innovación en EE.UU. es lo que me sorprende cada vez. La semana pasada asistí a #MARS2022 organizado por @JeffBezos y @ajassy de @amazon. Llevé nuestro #VWIDBUZZ al show.
Volkswagen y sus marcas, incluyendo Audi, Porsche y Bentley, se han centrado durante mucho tiempo en Europa y en crecer en China, que ahora representa aproximadamente el 40% de las ventas totales del grupo. Si bien este enfoque ha producido beneficios saludables, no es el posicionamiento ideal en este momento.
La guerra en Ucrania ha interrumpido las cadenas de suministro en Europa, y la creciente lista de sanciones contra Rusia es un sombrío recordatorio de lo que podría ocurrir si China se impusiera en Taiwán. Durante años, VW ha tenido que hacer frente a preguntas incómodas sobre su actividad en Xinjiang, donde grupos de derechos humanos y un grupo de expertos de las Naciones Unidas han expresado su preocupación por las prácticas laborales coercitivas. Diess declaró a 60 Minutes que está “absolutamente seguro” de que no hay trabajo forzado en la planta de VW, y dijo que la población local “estará mucho mejor” si la empresa se queda en la región.
Las tensiones geopolíticas relacionadas a China y el interés por cultivar campeones automovilísticos de cosecha propia hacen que EE.UU. sea un lugar relativamente atractivo para que VW priorice la inversión. Los compradores de este país gastan mucho en autos de lujo y suelen desembolsar más de US$50.000 en grandes SUV y camionetas. Este último segmento también se está volviendo eléctrico. Cuando 60 Minutes señaló que VW no tiene planes de fabricar una camioneta eléctrica, Diess respondió rápidamente “todavía no”.
Tener éxito en EE.UU. no será fácil. Los esfuerzos de los fabricantes de automóviles japoneses por reducir el dominio de las camionetas de Detroit han fracasado en gran medida, ya que el Tundra de Toyota (TM) y el Titan de Nissan (7201) nunca se han acercado a los volúmenes reunidos por la Serie F de Ford (F) o el Chevrolet Silverado de (GM). En lo que respecta a las berlinas y los SUV alimentados por baterías, Tesla (TSLA) está muy por delante.
Durante mi reciente viaje por el suroeste de EE.UU., me sorprendió la cantidad de Model 3 que vimos, y la nueva fábrica de Tesla en Austin, Texas, producirá más Model Y. Durante la conferencia de resultados del miércoles por la noche, Elon Musk dijo que Tesla está en camino de ampliar la producción a más de 1,5 millones de vehículos este año, lo que implica un crecimiento de más del 60% en un momento en el que VW y otros están luchando por conseguir suficientes arneses de cables y semiconductores.
Nada de esto desanima al gigante alemán. Las ventas de la principal marca de VW aumentaron un 15% hasta las 375.030 unidades en EE.UU. el año pasado. Esta cifra sigue estando muy lejos del más de medio millón de vehículos que la empresa entregó a finales de los años 60 y principios de los 70, cuando el Beetle (escarabajo) y el minibús original estaban de moda. Pero VW se está preparando para recuperar parte de esa cuota, reequipando su fábrica de Chattanooga, Tennessee, para fabricar vehículos eléctricos, incluido el ID.4. Está construyendo una infraestructura de recarga de vehículos eléctricos en EE.UU. y quiere construir más plantas de baterías en el país.
“Es un mercado muy importante”, dijo Diess.
Este artículo fue traducido por Estefanía Salinas Concha.