Bloomberg — China ratificó dos tratados internacionales sobre trabajos forzados en medio de las críticas por el trato que da a la minoría étnica uigur, que ha complicado los lazos comerciales con Estados Unidos y Europa.
El máximo órgano legislativo del país decidió el miércoles suscribir el Forced Labor Convention (Convenio sobre Trabajos Forzados) y el Abolition of Forced Labor Convention (Convenio sobre la Abolición del Trabajo Forzado), según el sitio web de la Asamblea Popular Nacional. Los miembros de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) adoptaron estos convenios en 1930 y 1957, respectivamente.
“La eliminación del trabajo forzado es un principio y un derecho fundamental en el trabajo”, dijo la OIT en un comunicado enviado a Bloomberg. “Como tal, la ratificación de estos convenios fundamentales por parte de China sería muy significativa”.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, firmó el año pasado la Uyghur Forced Labor Prevention Act (Ley de Prevención del Trabajo Forzado Uigur), que prohíbe la importación de productos procedentes de Xinjiang a partir de junio a menos que las empresas puedan demostrar que no han sido fabricados con trabajo forzado. El tan esperado acuerdo comercial de Pekín con la Unión Europea también quedó en suspenso el año pasado tras los enfrentamientos por las sanciones impuestas debido a los supuestos abusos en la región.
Aunque el gobierno del presidente Xi Jinping ha negado categóricamente las acusaciones de trabajos forzados en Xinjiang, se había comprometido a mejorar las normas laborales y a ratificar los convenios de la OIT como parte de esas negociaciones. Aun así, es poco probable que la medida de China mejore los lazos comerciales con Estados Unidos y Europa, luego de que Xi prestara apoyo diplomático a Rusia tras la guerra de Vladimir Putin en Ucrania.
El jefe de la política exterior de la UE, Josep Borrell, dijo a principios de este mes que la “compartimentación” del comercio y la guerra era “inviable”. Es poco probable que la tardía ratificación de los tratados por parte de China influya en la UE si no hay “un verdadero cambio de política por parte de China en Xinjiang”, declaró la semana pasada Joerg Wuttke, presidente de la Cámara de Comercio de la Unión Europea.
‘Fachada’
El académico alemán Adrian Zenz dijo que el gesto de China tampoco iba a satisfacer a sus críticos de Washington, que también ha pedido a Pekín que adopte un papel más activo para instar a la paz en Ucrania.
“En Washington, creo que la confianza en lo que hace China es tan baja, especialmente en Xinjiang, que la gente va a ver esto como poco más que un gesto cínico”, dijo. “La gente de allí lo va a considerar una fachada, una ratificación de algo que los chinos no van a hacer cumplir”.
Un informe de la OIT elaborado por un comité de expertos y publicado en febrero expresaba su “profunda preocupación” por las denuncias de discriminación por motivos de raza, religión y ascendencia nacional que afectan a las minorías étnicas y religiosas de la región china de Xinjiang. El informe pedía a China que revisara sus políticas para garantizar la igualdad de oportunidades y poner fin a los vínculos entre la formación profesional y la reeducación política.
La medida de China podría abrir la puerta a recibir asistencia técnica para abordar los problemas de trabajo forzoso y mejorar las cadenas de suministro para garantizar el acceso continuo a los principales mercados de exportación, dijo James Cockayne, profesor de política global y lucha contra la esclavitud en el Laboratorio de Derechos de la Universidad de Nottingham.
“Aunque es sólo un primer paso, la ratificación de los convenios sobre trabajo forzoso de la OIT enviaría una importante señal de que China pretende ser un actor responsable en el sistema económico internacional”, afirmó.
Este artículo fue traducido por Andrea González