Bloomberg — El cambio climático produjo otro año récord de clima extremo en Europa en 2021, causando inundaciones catastróficas y el verano más caluroso jamás registrado, según los científicos del Servicio de Cambio Climático Copernicus.
Las temperaturas estivales en Europa superaron el año pasado en un grado centígrado el promedio de los 20 años anteriores, y las precipitaciones que azotaron a Alemania y Bélgica batieron récords, señalan los científicos en su informe anual sobre el estado del clima en Europa. A nivel mundial, los últimos siete años han sido los más cálidos desde que se iniciaron los registros en 1850, y el año 2021 ocupó el sexto lugar. También hubo resultados preocupantes en cuanto a las emisiones de efecto invernadero: las concentraciones de dióxido de carbono y, sobre todo, de metano siguieron aumentando en la atmósfera.
“El aumento continuado de los gases de efecto invernadero es el principal impulsor del incremento global de las temperaturas”, afirmó Freja Vamborg, científica principal de Copernicus y autora principal del informe. “Los mensajes clave se repiten eternamente y no cambiarán en un futuro próximo a menos que algo cambie radicalmente”.
El informe también pintó un panorama crudo del cambio climático en el Ártico, con incendios forestales en su mayoría en el este de Siberia que contribuyen a la cuarta cantidad más alta de emisiones de carbono de tales eventos en la región. Al mismo tiempo, el hielo marino se redujo a su 12º nivel más bajo desde 1979, mientras que en el mar de Groenlandia se registró la cobertura más baja de la historia. Aun así, las temperaturas del Ártico fueron menos extremas que en 2020 e incluso fueron más frías de lo habitual en algunas zonas en determinadas épocas del año.
El metano (que tiene un potencial de calentamiento 84 veces mayor que el del CO2 en un plazo corto) aumentó en 16,5 partes por billón, marcando un segundo año consecutivo de fuertes aumentos. Según los científicos, la causa del aumento no está clara, aunque es probable que una gran parte sea atribuible a la cría de arroz y ganado, así como a la fuga de gas de los sumideros naturales.
“Es ciertamente preocupante ver que la tasa de crecimiento del metano casi se duplica con respecto a lo que era antes de 2020″, dijo Vincent-Henri Peuch, que dirige el Servicio de Vigilancia de la Atmósfera de Copernicus. Añadió que era “muy preocupante” que tampoco hubiera señales de reducción de las concentraciones de CO2.
Las conclusiones de Copernicus (basadas en mediciones de satélites, barcos, aviones y estaciones meteorológicas de todo el mundo) llegan menos de un mes después de que el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) advirtiera de que el mundo podría estar en vías de calentarse más de 3 grados centígrados, el doble del objetivo del Acuerdo de París. Este aumento de las temperaturas modificaría de forma dolorosa las sociedades y la vida en el planeta y se opone a años de compromisos de cero emisiones por parte de los países de Europa y de todo el mundo.
Estos dramáticos efectos se pusieron de manifiesto el año pasado, cuando las inundaciones en Europa Occidental causaron cientos de muertos y daños por valor de miles de millones de euros. Según el informe, las precipitaciones récord del 14 de julio se produjeron en suelos ya saturados. La región mediterránea, por su parte, se vio azotada por incendios forestales y por algunas de las temperaturas más altas jamás registradas, incluido un probable récord de 48,8°C en Italia.
“2021 fue un año de extremos, incluyendo el verano más caluroso de Europa, olas de calor en el Mediterráneo, inundaciones y sequías por viento en Europa occidental”, dijo Carlo Buontempo, director del Servicio de Cambio Climático de Copernicus.
También hubo algunos indicios preocupantes de que la velocidad del viento disminuyó, dificultando la capacidad de la región para producir electricidad renovable a partir de las turbinas. El problema fue especialmente pronunciado en partes de Europa occidental y central, con algunas zonas que experimentaron las velocidades de viento más bajas desde hace al menos 42 años.
Los científicos de Copernicus describieron 2021 como un “año de contrastes”, con temperaturas anuales del aire en superficie apenas superiores al promedio, aunque el mar sobre partes del Báltico y el Mediterráneo alcanzó los niveles más cálidos en casi tres décadas. Aun así, afirmaron que la tendencia a largo plazo era el aumento de las lecturas de los termómetros. Según los científicos, el continente europeo se ha calentado alrededor de 2°C con respecto a los niveles preindustriales, mientras que las temperaturas globales han aumentado entre 1,1°C y 1,2°C.
“Expertos científicos como el IPCC han advertido de que se nos acaba el tiempo para limitar el calentamiento global a 1,5°C”, dijo Mauro Facchini, funcionario de la Comisión Europea, refiriéndose al objetivo de estiramiento del Acuerdo de París. “Este informe subraya la necesidad urgente de actuar, ya que en Europa ya se están produciendo fenómenos extremos relacionados con el clima”.