Bloomberg — El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, dijo que el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, y el secretario de Defensa, Lloyd Austin, visitarían Kiev el domingo, en lo que sería una arriesgada muestra de apoyo a la defensa de Ucrania contra la invasión de Rusia.
“Mañana vendrá gente de EE. UU., me reuniré con el ministro de Defensa y el secretario de Estado, el señor Blinken”, dijo Zelensky en una conferencia de prensa el sábado. “Creo que estaremos esperando cuando la seguridad permita que el presidente de los Estados Unidos venga y apoye al pueblo de Ucrania”.
No estaba claro si la divulgación de Zelensky fue aprobada por la administración de Biden o si afectaría los planes de viaje. El Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca se negó a comentar y el Departamento de Estado no hizo comentarios de inmediato.
Por lo general, el gobierno de Estados Unidos no anuncia viajes a zonas de combate activo por parte de altos funcionarios hasta que ya están en el terreno o abandonan el área.
La visita, si se confirma, sería la primera de altos funcionarios estadounidenses a la capital de Ucrania desde que Rusia invadió el país el 24 de febrero. En marzo, Blinken se reunió brevemente con el ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania en la frontera entre Ucrania y Polonia.
El primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von Der Leyen, y otros líderes extranjeros visitaron previamente Kiev para mostrar su apoyo al gobierno ucraniano.
Esos viajes aumentaron la presión sobre Estados Unidos para programar una visita del presidente Joe Biden u otros altos funcionarios. La Casa Blanca ha dicho que no había planes de que Biden visitara el país devastado por la guerra.
La guerra en Ucrania ha entrado en una nueva fase cuando Rusia desplaza sus fuerzas hacia el este y el sur después de no poder tomar Kiev ni derrocar al gobierno de Zelensky en las primeras semanas del conflicto.
Dado que el presidente ruso, Vladimir Putin, no muestra signos de retroceder cuando el conflicto ingresa a su tercer mes, los aliados de EE. UU. y Europa han seguido aumentando las sanciones contra Moscú y acelerando la entrega de armas a Ucrania.
Al mismo tiempo, las conversaciones de paz entre Rusia y Ucrania se han detenido y la situación humanitaria se ha vuelto más grave. La agencia de refugiados de las Naciones Unidas dijo esta semana que más de 5 millones de personas han huido de Ucrania.
En la ciudad portuaria de Mariupol, que según Putin está efectivamente bajo control ruso después de semanas de devastadores combates, las autoridades ucranianas dicen que quedan unos 100.000 civiles.
Las fuerzas rusas reanudaron los ataques aéreos en su último intento de desalojar a los combatientes ucranianos escondidos en la planta siderúrgica Azovstal de Mariupol, dijo el sábado el portavoz presidencial ucraniano Oleksiy Arestovych.
Biden prometió esta semana US$1.3 mil millones adicionales en armamento y ayuda económica, que se suma a un paquete de US$800 millones anunciado la semana pasada que incluía artillería pesada por primera vez, así como helicópteros adicionales. Los últimos envíos de ayuda incluirán docenas de obuses, 144.000 cartuchos para las armas y drones de ataque.
El presidente de Estados Unidos dijo que también enviaría una solicitud formal al Congreso para obtener más fondos a fin de mantener los envíos de equipo y armas militares a Ucrania. Los líderes del Congreso dijeron que comenzarían a considerar el paquete de financiación tan pronto como la próxima semana.
Zelensky y sus ayudantes han presionado repetidamente a Estados Unidos y sus aliados occidentales para que envíen más armamento y aumenten las sanciones contra Rusia para debilitar la determinación de Putin. Ucrania dice que ya ha infligido pérdidas dramáticas al ejército de Rusia, incluido el hundimiento de su buque de guerra insignia del Mar Negro la semana pasada, y obligó a Moscú a retirarse de un asalto a Kiev.
El Kremlin no ha sido transparente sobre las bajas rusas en la guerra. La OTAN estimó el mes pasado que Rusia había visto morir hasta 15.000 soldados, con decenas de miles más heridos o capturados.
El mes pasado, Biden visitó a las tropas estadounidenses estacionadas en Polonia, aproximadamente a una hora en automóvil desde la frontera con Ucrania durante un viaje de cuatro días a Europa, pero no cruzó a Ucrania. El presidente aludió previamente a las preocupaciones del personal sobre la seguridad como la razón por la que no ingresó a Ucrania.
Con la colaboración de Peter Martin
