Bloomberg — La secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, sugirió que el país está abierto a reducir los aranceles generalizados de la era Trump sobre las importaciones de mercancías de China para otorgar a los estadounidenses un alivio frente a la inflación más rápida en cuatro décadas.
“Estamos reexaminando cuidadosamente nuestra estrategia comercial con respecto a China”, dijo Yellen el viernes en una entrevista en “Balance of Power” de Bloomberg Television con David Westin, al ser consultada sobre la eliminación de los aranceles. “Vale la pena considerarlo. Ciertamente queremos hacer lo que podamos para abordar la inflación, y habría algunos efectos deseables. Es algo que estamos viendo”.
Una investigación del Instituto Peterson de Economía Internacional estimó el mes pasado que la eliminación de una amplia gama de aranceles de la era Trump, incluidos los de los productos chinos, podría reducir la inflación en 1,3 puntos porcentuales.
El índice de precios al consumidor mostró que la inflación alcanzó el 8,5% en el año hasta marzo y en las encuestas de opinión es una fuente importante de descontento público con la administración de Biden.
Yellen dijo que la administración estaba haciendo todo lo posible para ayudar a reducir los precios para los estadounidenses, liberando partes de la Reserva Estratégica de Petróleo e intentando ayudar a resolver los problemas de la cadena de suministro.
Yellen también repitió su llamamiento a realizar grandes cambios en las instituciones financieras internacionales, como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, creados tras la Segunda Guerra Mundial.
“Los objetivos de cada una de estas instituciones son adecuados, pero el mundo ha cambiado de forma muy significativa”, dijo Yellen.
El FMI se creó para hacer frente a los problemas de un solo país, mientras que las tres últimas grandes crisis -el colapso financiero mundial de 2008-09, la pandemia y la invasión rusa de Ucrania- han afectado a múltiples países.
La demanda de lo que llamó “bienes públicos” -necesarios para apuntalar los sistemas de salud pública y luchar contra el cambio climático, por ejemplo- supera la capacidad de financiación del Banco Mundial.
“Tal vez sea necesario un replanteamiento más fundamental del Banco Mundial”, dijo.
