Bloomebrg — Hay límites a la cantidad de activos digitales que se pueden usar para brindar ayuda humanitaria a países en crisis, dijo el viernes una funcionaria del Tesoro de los Estados Unidos.
“Personalmente, sigo siendo escéptica de que los activos digitales cambien radicalmente la forma en que el sistema financiero global en general opera o transfiere fondos en una crisis, al menos como están hoy”, dijo Elizabeth Rosenberg, subsecretaria de financiamiento del terrorismo y delitos financieros en el Departamento del Tesoro.
“Deberíamos ser realistas sobre los límites de los activos digitales y su utilidad para los esfuerzos humanitarios”, dijo en un evento en Washington realizado por el Instituto de Finanzas Internacionales.
Los comentarios de Rosenberg se produjeron después de que ejecutivos de empresas en el evento, incluidas Circle Internet Financial Limited, Coinbase Global Inc. (COIN) y Ribbit Capital (LEAP), promocionaran ejemplos en los que los activos digitales han sido una fuente de ayuda humanitaria. Ucrania, por ejemplo, ha recaudado más de US$100 millones en donaciones cripto que se destinan a equipos militares y otros suministros mientras intenta defenderse de la invasión de Rusia.
Roya Mahboob, una empresaria afgana que es cofundadora y CEO de Digital Citizen Fund, dijo que las criptomonedas “han proporcionado un salvavidas financiero pequeño pero crítico” para los ciudadanos afganos a medida que el sistema bancario del país se acerca al colapso meses después de que los talibanes tomaron el control.
Rosenberg dijo que hay algunos casos en los que los activos digitales pueden ayudar, pero existen limitaciones que impiden que tengan efectos de gran alcance. Las naciones menos desarrolladas como Afganistán carecen de cierta infraestructura, incluida una conectividad a Internet confiable y acceso a un sistema económico capaz de procesar criptomonedas en bienes y servicios necesarios, dijo.
“Es difícil imaginar un uso generalizado de activos digitales para satisfacer las necesidades humanitarias”, dijo.
Este artículo fue traducido por Miriam Salazar