Bloomberg — Polonia podría liberarse de su dependencia del gas ruso en octubre, cuando esté listo un nuevo gasoducto hacia el país, según Shell (SHEL).
Un informe encargado por la mayor unidad polaca de energía dijo que “es posible un abandono total del petróleo de Rusia, pero el proceso conducirá a precios más altos para los combustibles y otros productos”. Sin embargo, la independencia del gas será posible antes, gracias a la finalización del gasoducto del Báltico, un proyecto de US$2.100 millones, destinado a llevar gas noruego a Polonia.
Aún así, llenar el espacio “sin duda será un desafío” en medio de la creciente demanda de gas noruego de otros países europeos.
“Alejarse de las materias primas rusas es necesario y posible, pero el ritmo de la salida tendrá un impacto medible en los costos y precios, sobrecargando los presupuestos de los gobiernos, las empresas y nosotros, los usuarios finales”, dijo Piotr Kuberka, jefe de Shell Polska en un comunicado.
Polonia importa el 72% de su petróleo y el 45% de su gas de Rusia, según el informe. De los países de la Unión Europea (UE), Eslovaquia es el que más depende de Rusia para sus necesidades energéticas, mientras que dos tercios de las necesidades energéticas de Polonia, Lituania y Finlandia provienen de Rusia.
Este artículo fue traducido por Miriam Salazar