Las acciones de Netflix Inc. (NFLX) sufrieron un gran golpe en Wall Street durante la rueda del miércoles 20 de abril. Si bien aquella caída particular (del 35,12%) responde a un mal dato en el balance que se difundió el martes, también es cierto que este activo ya venía en baja desde hace por lo menos seis meses. De hecho, en lo que va del año lleva un retroceso del 63,47%.
Y la misma problemática se observa en papeles que subieron con virulencia durante los confinamientos de 2020.
Uno de los ejemplos más claros de esta tendencia es el de Zoom Video Communications (ZM), cuyo valor por acción subió más de 700% entre finales de 2019 y octubre de 2021. Desde aquel pico a hoy, el valor de ZM lleva un desplome de más del 80%.
Sectores vulnerables a una menor liquidez
“En un momento en el que la Reserva Federal (Fed) está siendo mucho más agresiva de lo que se esperaba, es inevitable que las acciones que más subieron y que tienen una relación precio/ganancias fuera de contexto sean las que más sufran”, destacó Diego Ferro, quien preside el fondo M2M Capital en Wall Street.
Ferro añadió que los balances de los bancos centrales crecieron entre 25 y 30 trillones de dólares en los últimos años y que una buena parte de las subas que se vieron en los mercados es consecuencia de esa liquidez “creada”, que “no tiene un correlato con aumentos de productividad”.
Por último, Ferro resumió: “Una cosa es que haya buenas noticias en relación a un activo y otra cosa es cuánto quieras pagar por esa buena noticia. Evidentemente, las tecnológicas han tenido buenas noticias, pero lo que se estuvo pagando estuvo vinculado a la liquidez que había disponible”.
¿Hubo una burbuja?
Según señaló a Bloomberg Línea Craig Moffett, senior managing director en Moffett Nathanson, el aumento de las tasas de interés está “obligando” a una revaluación fundamental del riesgo.
Para Moffett, “hemos estado viviendo en una burbuja de optimismo” en la que domina “el sueño de lo que podría ser”. Siguiendo esta línea, el ejecutivo indicó que las tasas súper bajas significan que el 90% del valor de casi cualquier negocio reside en su valor terminal.
“Esos valores terminales han sido inflados, en algunos casos por suposiciones tremendamente optimistas. Cuando las tasas suben, los valores finales se comprimen y los inversores se ven obligados a enfrentarse a la realidad”, detalló Moffett.
Quienes también consideraron que la suba del precio de Netflix Inc. fue parte de una “burbuja” son los analistas de la consultora argentina Delphos Investment, que destacaron que NFLX constituye otro claro ejemplo de las empresas futuristas que vivieron una burbuja durante la pandemia del Covid-19 y que ahora sus acciones se desploman al caer por su propio peso.
Según Delphos, toda esta “burbuja” se basó en una expansión inusitada de los ratios de valuación, que para el caso de la plataforma de streaming llegaron a ser de más de 10 veces las ventas.
Precios más razonables
El analista mexicano Jacobo Rodríguez, director de análisis financiero en Blackwallstreet Capital, mencionó que él no usaría el término “burbuja”, pero aclaró que muchos activos, principalmente tecnológicos, “han cotizado de manera sobrevaluada desde hace varios años”.
“Lo que estamos viendo actualmente es un regreso a precios más razonables, que reflejan de mejor manera las expectativas respecto a los resultados de las empresas en condiciones normales de mercado”, explicó Rodríguez.
Mientras tanto, el CIO de Adcap Grupo Financiero y cofundador de Banza, Gustavo Domínguez, afirmó que hoy no hay una burbuja en torno a Netflix, pero que sí la había a fines del año pasado.
“Netflix estaba super sobrevaluada cuando tenía un market cap de US$270.000 millones, con ventas de US$30.000 millones. Lo de hoy no es una burbuja, ya que el market cap es tres veces sus ventas”, detalló.
En tanto, Diego Méndez, analista del broker argentino Portfolio Personal Inversiones, refirió: “No caben dudas de que la burbuja creada por la cuarentena alrededor de ciertas empresas tecnológicas se pinchó y que volveremos a ver ratios de precio más razonables. Si bien se trata de empresas que han brindado servicios que han sido sumamente útiles para un mundo de cuarentena, las proyecciones realizadas sobre dichos activos parecen no haber contemplado un regreso a hábitos previos, ni una suba de tasas como la que se pronostica”.
Distinción por sectores
Si bien muchas veces se suele englobar a empresas innovadoras como tecnológicas, lo cierto es que la caída de precios no afecta a todas por igual, sino particularmente a un grupo.
En ese sentido, el analista colombiano Juan David Ballén, director de análisis y estrategia de Casa de Bolsa SCB, diferenció: “Algunas compañías tecnológicas han subido de precio debido a una mejora en sus fundamentals, es el caso por ejemplo de las productoras de semiconductores, mientras las acciones de otras compañías de tecnología se han comportado según el ciclo de confinamientos global”.
Respecto de estas últimas, Ballén destacó el caso de las que prestan servicios de entretenimiento y de otras compañías de tecnología que se han valorizado tan solo por la amplia liquidez en el sistema. “Precisamente estas últimas, este año han presentado un desempeño negativo, teniendo en cuenta que por el auge en la inflación ha llevado a una reducción en la liquidez global y aumento de tasas de interés”.
Asimismo, el gerente general de la firma chilena Renta4, Arturo Frei, resaltó que en el Nasdaq ha habido una fuerte corrección, “que no se ha percibido de forma tan notoria porque los grandes valores se han mantenido fuertes”.
Sin embargo, reseñó Frei, “muchas empresas tecnológicas que subieron al calor de los confinamientos, hoy se enfrentan con una realidad distinta y eso es lo que están valorando los inversores”.
“Por otro lado, las tasas subiendo afectan principalmente a las empresas de este tipo, que esperan beneficios más alejados en el tiempo”, agregó.
Otra acción que se desplomó fuerte por el cambio de condiciones financieras internacionales es Spotify Technology S.A (SPOT), cuyo precio cayó más de 50% desde que empezó el 2022 hasta la fecha.
En el caso de los ETF, el más resonante es el del fondo administrado por Cathy Wood, ARK Innovation, que lleva un retroceso superior al 40% durante 2022 y de más del 50% en los últimos 12 meses. Este ETF tiene una fuerte exposición al sector innovador y generó furor entre los inversores durante la época de los confinamientos duros alrededor del mundo.
El futuro inmediato
Daniel Flax, senior research analyst de Neuberger Berman, dialogó con Bloomberg Línea y aportó una mirada algo más optimista acerca del sector que la de sus colegas. “Vemos oportunidades en el sector de la tecnología, a medida que las empresas continúan innovando (por ejemplo, la inteligencia artificial utilizada para el descubrimiento de fármacos) y desarrollan productos y servicios valiosos que contribuyen a impulsar el crecimiento”.
Por otra parte, Flax señaló que las tendencias a más largo plazo (que incluyen la nube, los dispositivos móviles, el comercio electrónico y la construcción de la infraestructura digital), se mantienen “saludables” y también es probable que estas tendencias “se aceleren en los próximos años, como resultado de lo que sucedió”. No obstante, el ejecutivo aclaró: “Los vientos en contra cíclicos siguen siendo un riesgo”.