Dominicana presenta dificultades para la producción competitiva de maíz ¿Cuáles son?

A pesar de ser una de las materias primas de mayor demanda en la pecuaria, existen grandes retos para que el país tenga autosuficiencia para abastecer el mercado local.

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Santo Domingo — República Dominicana tiene un consumo per cápita de  0,84 libras por día de maíz. Es una de las materias primas para la elaboración de alimentos para ingesta animal, tanto avícola como porcino y, en menor proporción, para consumo humano. En el 2021, tuvo una participación de  3,7% en la producción nacional.

Los precios del cereal se han encarecido producto del conflicto bélico de Rusia y Ucrania, el cual se encuentra entre los principales exportadores de maíz del mundo.

Las importaciones de maíz totalizaron US$378,61 millones, un crecimiento de 63% respecto al 2020, cuando se importó US$232,21 millones.

A pesar de  ser una de las materias primas de mayor demanda en la pecuaria, existen grandes retos para que el país tenga autosuficiencia para abastecer el mercado local.

El presidente de la Confederación Nacional de Productores Agropecuarios (Confenagro), Wilfredo Cabrera dijo a Bloomberg Línea que anualmente se importan aproximadamente 1.5 millones de toneladas de maíz, alrededor de 32 millones de quintales.

Explicó que, para que República Dominicana sea autosuficiente en la producción y comercialización de maíz es necesario sembrar entre 4,5 a 5 millones de tareas y contar con la cantidad de terreno disponible para la siembra.

Según los datos del Ministerio de Agricultura, en 2021 en el país habían sembradas 381.115 tareas de tierra, lo que representa un 7,6% de la cantidad de tareas que requiere el país.

El presidente de  Confenagro explicó que las producciones de maíz son rentables con grandes extensiones de tierras sembradas, pero que el país funciona en minifundios. Además, destacó que el costo de las tecnologías de riego es alto.

“La competitividad se alcanza cuando se puede producir una parte significativa del consumo, para evitar dependencia. En República Dominicana podríamos llegar al 20% del consumo, con una hipotética producción de más de 1 millón de tareas de cultivo tecnificado”, agregó.

Afirmó que se competiría contra grandes productores internacionales, en el caso de contar con la tierras, experiencia y subsidios gubernamentales, no solo en el consumo local, sino siendo exportadores.

La superficie sembrada de maíz en 2021 creció un 2,9% respecto al 2020 cuando se registraron 370.213 tareas sembradas. Mientras que, si la comparación es 2019, previo a la pandemia, la cantidad sembrada cayó un 8,9%, cuando totalizaron 418.098 tareas.

El ingeniero agrónomo Bienvenido Montilla señaló que otro de los problemas que tiene la siembra de maíz es el precio de venta en el mercado local que no es atractivo para los productores.

Agregó que,  también la falta de semillas certificadas y de  incentivos del gobierno para la producción, hacen que los productores declinen el rubro.

De acuerdo al Ministerio de Economía Planificación y Desarrollo (MEPyD) de República Dominicana, el maíz es el tercer producto con mayor apoyo estatal al precio de mercado en el país, después del azúcar y la carne de pollo.

La provincia de San Juan es la principal productora de maíz. Después de Costa Rica, la República Dominicana posee la participación más baja del cultivo de maíz con respecto a la producción bruta agropecuaria de Centroamérica y el Caribe. Un promedio de un 0,17% durante el promedio 2017-2019.

Comportamiento del maíz en marzo 2022

En marzo, el precio promedio del maíz en grano en los mercados de República Dominicana se ubicó en RD$24,4 por libra, presentando un aumento de 54,5% al comparar con marzo de 2021.

En los supermercados, el precio promedio se ubicó en RD$28,3 por libra, equivalente a un incremento de 16,2% con respecto al mismo mes del año anterior, según los datos de MEPyD.

A nivel internacional

Según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), los precios internacionales de los cereales secundarios marcaron un récord y los precios del maíz, la cebada y el sorgo alcanzaron su nivel más elevado registrado desde 1990.

Las expectativas de una reducción significativa de las exportaciones de maíz de Ucrania, uno de los principales exportadores, además de los elevados costos de la energía y de los insumos, contribuyeron a un aumento intermensual del 19,1 % de los precios mundiales del maíz. La fortaleza de los mercados de maíz influyó en otros cereales secundarios y los precios del sorgo aumentaron un 17,3 %.