Bloomberg — Rusia dijo que probó un nuevo misil balístico intercontinental (ICBM, por sus siglas en inglés), una medida que, según el presidente Vladimir Putin, daría a Estados Unidos y sus aliados algo en qué pensar.
Es casi seguro que el hecho sube las apuestas a casi dos meses desde que Rusia invadió Ucrania y llega en un momento delicado del conflicto, al tiempo que sus fuerzas intensifican su ofensiva en la región oriental de Donbás.
El líder ruso se mostró en la televisión estatal viendo un video del lanzamiento del misil y comentó que “esta arma única fortalecerá el potencial militar de nuestras fuerzas armadas, garantizará de manera confiable la seguridad de Rusia contra las amenazas externas y forzará a quienes, en el calor de una retórica agresiva frenética, intentan amenazar a nuestro país, a recapacitar”.
El misil balístico intercontinental Sarmat fue disparado desde el cosmódromo de Plesetsk en la región norteña de Arkhangelsk, dijo el Ministerio de Defensa. El ministerio mostró previamente videos del misil de última generación en 2018. El portavoz del Departamento de Defensa de EE.UU., John Kirby, dijo a los periodistas que se siguieron los procedimientos normales de notificación antes de la prueba.
Putin ha insinuado la posibilidad de una escalada, ordenando a las fuerzas nucleares estratégicas de Rusia en alerta máxima solo unos días después de que sus tropas ingresaran en Ucrania. También advirtió que cualquier intervención de otros países en el conflicto desencadenaría “consecuencias que nunca han visto”.
Las entregas de armas de EE.UU. y Europa han ayudado a Ucrania a contrarrestar el ataque ruso, que se vuelve a centrar en el este después de los intentos fallidos de capturar la capital, Kiev. Al mismo tiempo, la OTAN ha descartado una zona de exclusión aérea sobre Ucrania, dado que pondría a los aviones de la alianza en confrontación directa con los aviones rusos. Y ha dicho que no enviará tropas para unirse a la lucha.
El ministro de Relaciones Exteriores, Sergei Lavrov, no dio una respuesta directa a las repetidas preguntas sobre si Rusia podría usar armas nulceares en Ucrania en una entrevista publicada el martes, aunque dijo que Moscú estaba firmemente en contra de un conflicto nuclear.
Los comentarios del principal diplomático ruso se produjeron después de que un importante aliado de Putin amenazara con desplegar armas nucleares en el Mar Báltico y sus alrededores si Finlandia y Suecia se unían a la Organización del Tratado del Atlántico Norte.
“En este caso, no se puede hablar de un estatus no nuclear para el Báltico”, dijo la semana pasada Dmitry Medvedev, subdirector del Consejo de Seguridad de Rusia y expresidente, sugiriendo que Rusia podría desplegar misiles Iskander, armas hipersónicas y barcos con armas nucleares en la región.
Este artículo fue traducido por Miriam Salazar