Bloomberg Línea — La evasión de impuestos y las riquezas ocultas en empresas extraterritoriales son el foco de una carta abierta emitida por la Comisión Independiente para la Reforma de la Fiscalidad Corporativa Internacional (ICRICT, por sus siglas en inglés), dirigida a los países del G-20 que tendrán una conferencia este miércoles.
Según señala la Comisión, tras dos años de pandemia de Covid-19 y la presión de la guerra en Ucrania en el precio de la energía y los alimentos, las economías emergentes y desarrolladas demostraron falta de resiliencia, coyunturas que también revelaron al mundo el “alcance de la desigualdad y la riqueza escondida en paraísos fiscales por los más ricos de nuestras sociedades”.
En la carta abierta, los expertos señalan a los países del G-20 que tienen una “oportunidad de oro” para cambiar este destino, pues la concentración de riqueza socava los “principios democráticos” y la evasión de obligaciones fiscales entre algunos de los ultrarricos privan a las naciones de “recursos preciosos” que “empobrecen” al resto de la sociedad.
Como ejemplo, en el texto se relaciona el caso de los oligarcas rusos que, según algunas estimaciones, “poseen al menos un billón de dólares en riqueza en el extranjero, a menudo ocultos en empresas extraterritoriales cuya verdadera propiedad es difícil de determinar”.
Para contrarrestar este fenómeno, la ICRICT asegura que es el momento de implementar el Registro Global de Activos (GAR, por sus siglas en inglés), que permita vincular todo tipo de activos, empresas y otras estructuras legales no al propietario legal, que a menudo es solo una fachada, sino al usufructuario, la persona que realmente los posee.
Con este mecanismo, la Comisión asegura que se deben enfrentar los paraísos fiscales de frente “ahora” y apuntar a todos los oligarcas y formas de riqueza ocultas a las autoridades fiscales. “Aunque ha habido algunos avances en los últimos años, incluida la introducción del intercambio multilateral y automático de información de cuentas financieras y los registros nacionales de beneficiarios finales, hay mucho más por hacer para arreglar el sistema financiero internacional que está roto y que actualmente está sesgado a favor de los ricos”, se señala.
Según los expertos, entre los que se destacan José Antonio Ocampo, Eva Joly, el nobel Joseph E. Stiglitz, Léonce Ndikumana, Thomas Piketty, Wayne Swan, y otros ocho firmantes, este fin es técnicamente posible, pero falta “voluntad política”.
“La idea es simple, requiere la creación de una red que interconecte todos los registros nacionales de activos de todas las diferentes formas de riqueza que un individuo puede poseer donde ya existen, mientras se alienta a todos los países que aún no han creado registros integrales de activos a que lo hagan”, aseguran.
Entre estos activos se incluirían bienes raíces, cuentas bancarias, cajas de seguridad, fideicomisos y otros tipos de arreglos legales, podría incluir valores financieros, criptoactivos, obras de arte, joyas, yates, aviones, otros artículos de lujo e incluso activos intangibles como propiedad intelectual, propiedad y marcas registradas, entre otros.
Junto a esto, la Comisión señala que el GAR también serviría como una plataforma de análisis que permita entender y medir cómo se distribuye la riqueza en el mundo y su impacto en la desigualdad social.
“Hacemos un llamado a los líderes del G-20 y a los socios interesados para que convoquen una cumbre internacional urgente para abordar la riqueza extraterritorial, el papel tóxico de los paraísos fiscales y secretos, y desarrollen y desplieguen un plan rápido para implementar un Registro Global de Activos”, finalizaron.
El G20 está integrado por Estados Unidos, la Unión Europea, China, Reino Unido, Francia, Italia, Rusia, Japón, Corea del Sur, Alemania, Canadá, Brasil, México, Argentina, India, Australia, Arabia Saudita, Indonesia, Sudáfrica y Turquía.