Venezuela y Argentina rompieron relaciones diplomáticas en 2019, con el reconocimiento de Mauricio Macri al opositor Juan Guaidó. Alberto Fernández, actual presidente de Argentina, ha dado un giro a esta decisión, luego de 3 años y plantea retomar conversaciones con la administración de Nicolás Maduro, que pese a la crisis y la emergencia humanitaria compleja en el país, ha logrado registrar un leve crecimiento económico.
Las palabras de Fernández, pupilo de Cristina Fernández de Kirchner, fiel aliada de Hugo Chávez, se dieron en el marco de un encuentro con su homólogo ecuatoriano, Guillermo Lasso, lo que supone una primera extensión con esta idea hacia otros mandatarios de la región, desatando alertas en el Partido Republicano.
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Marco Rubio, senador por el estado Florida, en Estados Unidos, fue el primero en pronunciarse y rechazar el discurso de Fernández, por considerarle un reconocimiento al “narcorégimen tiránico e ilegítimo de Maduro en Venezuela” y la aceptación de la influencia de Rusia en la región. Guaidó, por su parte, también rechazó la iniciativa de Fernández, a través de su cuenta en Twitter.
“Si quiere ayudar a Venezuela, exija junto a nosotros elecciones libres y justas, con condiciones recogidas en reciente informe de UE, exija justicia para víctimas de violaciones de DD.HH. que señala la ONU y la CPI. Negar la dictadura no ayuda a los venezolanos”, expresó el presidente de la Asamblea Nacional electa en 2015, y representante del gobierno interino de Venezuela.
Hizo referencia igualmente a los venezolanos en el exterior, que ya suman 6 millones, y a víctimas de crímenes de lesa humanidad, cuyos casos reposan en los informes de los organismos internacionales como la ONU y la CPI, que recientemente anunció la apertura de una oficina en Caracas, con la autorización de la administración chavista.
Y aunque Lasso, a pesar de estar presente en la Casa Rosada durante el anuncio de Fernández, y haber indicado que la CELAC bien podría funcionar como plataforma para reconstruir la unidad en América Latina, aseguró luego que el planteamiento aún estaba en evaluación.
Para analistas como Giovanna de Michele, internacionalista de la Universidad Central de Venezuela, deben ser consideradas tres posibles implicaciones, inicialmente. El restablecimiento de relaciones entre Argentina y Venezuela, o la idea de avanzar hacia ello, contribuye a fortalecer el discurso de Maduro en relación a la situación económica y política de Venezuela.
“Se robustece en el sentido de que la situación en Venezuela está mejorando, no solamente desde el punto de vista económico sino inclusive desde el punto de vista político. La otra implicación es que se debilita sin lugar a dudas, la figura de Juan Guaidó como un gobierno paralelo, inclusive con representación diplomática, en Argentina”, sostuvo Michele en contacto con Bloomberg Línea.
Agregó además que el hecho de que haya sido Alberto Fernández, en su condición de presidente de la CELAC, quien hizo la propuesta, permitiera que esta postura sea posiblemente emulada por otros dirigentes en América Latina.
El doctor en Ciencias Políticas de la Universidad Central de Venezuela, Félix Gerardo Arellano, coincidió en que esta iniciativa impulsada en el marco de la CELAC, podría tener mayor relevancia al llevar el tema a una discusión regional. “Podría ser un giro de la región frente al tema venezolano”, dijo.
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Un pronto respaldo de Chile, México y la posibilidad de un visto bueno por parte de Brasil podría lograrse luego de esta declaración de Fernández, que fue aprovechada a su juicio, frente a un mandatario como Lasso, precisamente por el reconocimiento con el que cuenta, que suma a favor de Caracas.
Arellano, insistió también en cómo esta decisión se convertiría en un reto adicional para la oposición venezolana, en medio además de tantos acercamientos de gobiernos democráticos y críticos, con la administración de Maduro.
“Por el movimiento reciente de Biden, por estas declaraciones, por la aceptación de las credenciales del embajador Roy Chaderton en Suiza. Todos lo que realizan gestos insisten en la elección democrática, en la importancia de resolver la crisis política, pero no se debe asumir que estos gobiernos sean enemigos de la oposición, más bien, estos gobiernos pueden ayudar en la lucha democrática, pensemos en Boric, en López Obrador, en el Vaticano, todos pueden ejercer presión importante sobre Miraflores”, puntualizó en relación a los aciertos diplomáticos que pueden alcanzarse.
Beneficios económicos reales resultan solo especulativos en este punto, sin embargo, de acuerdo a Giovanna de Michele, no se descarta que Argentina pueda estar manejando algún aspecto relacionado, precisamente cuándo recientemente logró refinanciar su deuda con el FMI.
“En tiempos de Cristina Fernández de Kirchner, fue Venezuela, con Hugo Chávez en la presidencia, quien le ayudó a saldar su deuda en aquella oportunidad. Es muy probable que se maneje algo similar en estos momentos”, apuntó.
