Así contamina el negocio del litio, mineral clave para la transición energética de México

El valor se ha disparado en los últimos dos años de MXN$150.000 hasta MXN$1,2 millones aproximadamente

La salmuera se bombea a piscinas de evaporación industrial dentro de una instalación de producción de litio de propiedad estatal en el Salar de Uyuni (Salar de Uyuni) en Potosí, Bolivia.
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Ciudad de México — El uso de litio es fundamental para la transición energética que persigue México por sus cualidades para almacenar electricidad en baterías.

A pesar del negocio potencial, su extracción contamina y representa riesgos e impactos para el ambiente, mientras el Congreso aprueba una reforma a la Ley Minera para que el Estado mexicano tenga el control exclusivo de la exploración y explotación del metal y otros minerales estratégicos.

El valor del mineral se ha disparado en los últimos dos años de MXN$150.000 hasta MXN$1,2 millones aproximadamente y el Banco Mundial estima que el precio de la tonelada subirá 500% hacia 2050. México posee recursos identificados por 1,7 millones de toneladas, según un reporte del Servicio Geológico de Estados Unidos a enero de 2022.

Uno de los primeros puntos de partida para estudiar los riesgos de contaminación con el mineral es que México tiene yacimientos que requieren de la minería tradicional para su extracción.

El Seminario Universitario de Sociedad, Medio Ambiente e Instituciones (SUSMAY) de la UNAM ha advertido que la minería a cielo abierto, al dinamitar la corteza terrestre, usar químicos y millones de litros de agua, tiene afectaciones permanentes sobre la orografía, la biodiversidad y el bienestar de comunidades rurales e indígenas.

La asociación Friends of Earth denunció que la extracción de litio, además de dañar inevitablemente el suelo, provoca mayores niveles de contaminación del aire. Y una investigación de Nature publicada en 2021 respalda la preocupación por el uso excesivo de agua.

Especialistas y ambientalistas coinciden en que la pérdida de biodiversidad en la zona y el estrés hídrico al que se verá sometida la cuenca del río Yaqui son algunos de los impactos principales de la extracción de litio en Sonora.

El 36% de los municipios de las 32 entidades en México enfrenta sequía moderada, severa, extrema o excepcional, con los casos más graves en los estados de Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Sonora, de acuerdo el Monitor de Sequía de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) hasta el 15 de abril de 2022.

Sonora posee la única concesión activa de exploración de litio en manos de la empresa inglesa Bacanora Lithium, en sociedad con la china Gangfeng.

Uno de los motivos expuestos de la reforma del presidente Andrés Manuel López Obrador a la Ley Minera asegura que se han sobreexplotado los yacimientos mineros a favor del sector privado extranjeros contaminado ríos y mantos, además de uso irracional e irresponsable del agua y daños al ambiente, mientras 60% del territorio mexicanos se encuentra concesionado para actividades mineras, y los titulares especulan con las concesiones en los mercados financieros.

El Servicio Geológico Mexicano señaló en su programa institucional 2020-2024 que México se enfrenta al desconocimiento de la presencia de Pasivos Ambientales Mineros (PAM), como presas de jales y tepetateras que fueron generados en el pasado y posteriormente abandonados.

“Los PAM pueden implicar alto riesgo de contaminación a suelos, cuerpos de agua superficiales y acuíferos o inestabilidad de taludes, haciendo a la población circundante vulnerable ante su efecto”, agregó el organismo gubernamental.

López Obrador dijo el 19 de abril que revisará las concesiones de litio entregadas a la iniciativa privada.

El litio en Latinoamérica

En la zona de Jujuy, Argentina, país que compone el llamado ‘Triángulo del Litio’, algunas comunidades indígenas se han opuesto a la extracción del litio en su territorio debido al impacto ambiental en la disponibilidad del agua para los ecosistemas y la población, de acuerdo con el equipo de investigadores Sobre la Tierra y la Fundación Heinrich Böll, con oficinas en Colombia.

La contaminación del suelo con litio puede llegar a la cadena alimentaria por su movilidad en las aguas superficiales, subterráneas y su absorción por las plantas, situación que puede causar problemas de toxicología en el cuerpo humano, según un estudio publicado en Science Direct en 2021.

El litio es clave para hacer frente al cambio climático en la transición a energías renovables, pero sus impactos a la salud, la biodiversidad y el medioambiente “están por verse”, dijo Andrés Ángel, asesor científico de la Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente (AIDA) a la agencia de noticias EFE.

El análisis de Nature indica que los formuladores de políticas, los líderes de la industria y los investigadores deben mitigar los problemas en torno a la extracción de litio para reducir las consecuencias no deseadas de esta “importante tecnología” .

“Una intervención crucial, que necesita más estudio, es la aceleración de la reutilización de baterías en lugar de, o además de, reciclarlas o desecharlas en vertederos”.

Hay formas de extraer litio de manera más sostenible, explica. En Alemania y Reino Unido, por ejemplo, los proyectos piloto están filtran litio de salmueras calientes debajo de rocas de granito.

El litio también enfrenta el riesgo de volverse un negocio obsoleto frente a otras tecnologías que utilizan minerales más abundantes y de fácil refinación como el sodio y magnesio. Toyota anunció el uso de baterías sólidas en sus vehículos eléctricos hacia 2025.

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