San Salvador — La banca de Centroamérica y el Caribe elevó su perspectiva de negativa a estable en 2022, según un informe de la agencia calificadora de riesgo Moody’s.
La firma de análisis modificó sus pronósticos “sobre la base de una fuerte y continua recuperación económica en la región y la solidez de los fundamentos de los bancos”, indicó en un reporte.
Centroamérica se beneficiará del crecimiento de Estados Unidos, las remesas y el turismo, lo que se trasladará en la calidad de activos de los bancos y el crecimiento de las empresas.
Un documento del Fondo Monetario Internacional divulgado este lunes prevé que la economía de Estados Unidos crezca 3,7% este año, un pronóstico menor al 4% inicial.
Por otro lado, el incremento en el precio de las materias primas figura como una amenaza para el sector bancario, sobre todo por las presiones de inflación y la volatilidad del tipo de cambio.
“Esta dinámica pesará sobre capacidad de reembolso de los prestatarios. La cobertura de las reservas, que ha alcanzado un nivel récord, ayudará a absorber las pérdidas de los préstamos, mientras que la rentabilidad se beneficiará del aumento de los tipos de interés y de los volúmenes de negocio”, prospectó Moody’s.
Los bancos en Centroamérica y el Caribe se distinguen por financiar la prestación de créditos con depósitos del público, una situación que seguirá predominando, pero experimentará cambios.
“Es probable que la mayor volatilidad del mercado aumente los costes de la financiación transfronteriza para los bancos de la región más que en otros países de América Latina”, dijo Moody’s.
Capacidad de soporte
Moody’s proyecta una expansión de la economía de Guatemala en 4,5%, la de El Salvador en 3,5% y la de República Dominicana, en 5,5%.
La calidad de los activos será estable, con los bancos constituyendo reservas suficientes contra potenciales pérdidas.
“El efecto de la depreciación de la moneda será más natural para los bancos de Costa Rica y Guatemala, ya que una parte relevante de los préstamos denominados en dólares estadounidenses se conceden a personas con ingresos en moneda local”, planteó Moody’s.
Los gobiernos centroamericanos tienen capacidad para apoyar a los grandes bancos si llega a ser necesario en Costa Rica, República Dominicana y en Guatemala.
“Para los bancos de El Salvador, que también tiene una perspectiva negativa, suponemos una baja probabilidad de apoyo debido a su plena dolarización y a la ausencia de un prestamista de última instancia”, señaló Moody’s.
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