Bloomberg — Los inversores están abandonando rápidamente las acciones, y la renta variable estadounidense está experimentando la mayor salida semanal del año a medida que se afianzan los temores de recesión.
Los fondos de renta variable de Estados Unidos registraron salidas de US$15.500 millones en la semana hasta el 13 de abril, mientras que los fondos europeos experimentaron una novena semana consecutiva de salidas, escribieron los estrategas de Bank of America Corp. (BAC) citando datos de EPFR Global. Los clientes privados del banco -con US$3,2 billones de activos bajo gestión- también se retiraron de las acciones en la mayor cantidad desde noviembre.
Las salidas se producen en un momento en que la preocupación por la recesión domina los mercados, según los estrategas dirigidos por Michael Hartnett. “Todo el mundo la teme”, con el aumento de los precios de los alimentos y la energía, escribió en una nota. Mientras tanto, el aumento de los rendimientos de los bonos significa que el llamado argumento ‘TINA’ -por su acrónimo en inglés, que no hay alternativa a la renta variable- está “cambiando”, según los estrategas.
Los principales índices de renta variable han sufrido este año en medio de un deterioro de las perspectivas de crecimiento mundial, una inflación obstinadamente alta y unos bancos centrales cada vez más ansiosos por controlar la subida de los precios con subidas de tasas. La guerra en Ucrania y el aumento de los casos de coronavirus en China han lastrado aún más el sentimiento.
En el desglose por sectores, el financiero vio las mayores salidas, mientras que los valores tecnológicos, de materiales y energéticos registraron entradas, según los datos.
Más allá de todo, los estrategas del Instituto de Inversión BlackRock son más optimistas. “Los repuntes de los rendimientos han supuesto a menudo problemas para las acciones, pero creemos que el pasado es una guía imperfecta en un mundo marcado por los shocks de la oferta”, escribieron los estrategas dirigidos por Wei Li en una nota fechada el lunes. Los bancos centrales no frenarán la economía, por lo que mantendrán los rendimientos reales bajos para apuntalar las valoraciones de la renta variable, dijeron.
