Bloomberg — Robin Brooks habla con el tono sobrio de un economista con doctorado que ha dedicado gran parte de su carrera a calibrar modelos de valor justo para los tipos de cambio.
Por eso fue un poco impactante para Brooks, y para su familia, cuando de repente se convirtió en una sensación de las redes sociales en Brasil. Pero Brooks es una rareza en los círculos financieros de este país: un alcista de largo plazo del real brasileño. Y es este optimismo inquebrantable, incluso en los peores momentos del colapso pandémico de la moneda, lo que le ha convertido en la cara pública del vertiginoso repunte que ha convertido al real en la divisa principal de mayor rendimiento del mundo este año.
Para sus seguidores de Twitter en Brasil, donde la observación del tipo de cambio es una especie de obsesión nacional, Brooks, de 51 años, es simplemente “el calvo”, “o careca” en portugués. O a veces “el calvo de Goldman”. En realidad, hace cinco años que no trabaja en Goldman Sachs (GS), pero, de todos modos, esto suena mucho mejor que el “calvo del Instituto de Finanzas Internacionales”, donde actualmente ejerce como economista jefe en Washington.
Cada tuit alcista que publica sobre el real es inmediatamente recibido con miles de “me gusta” y decenas de respuestas de “en el calvo confiamos” que se han convertido en una especie de sello distintivo de sus seguidores. Los más entusiastas tuitean fotos tratadas con photoshop que lo representan como un boxeador o GIFs que lo elogian como “el hombre, el mito, la leyenda”.
EN CARECA CONFIAMOS! https://t.co/zf4cjW3LLy pic.twitter.com/6rYNlbdoB8
- Rafael Balboa (@rafaelbboa) 21 de marzo de 2022
Algunos de sus críticos, que son muchos, se burlan de su previsión del valor justo del real (4,5 por dólar), que no se ha movido en más de dos años a pesar de todo tipo de giros importantes en la economía local y los mercados mundiales.
Y dicen que su propuesta alcista ha tenido la suerte de coincidir con dos de las principales fuerzas que han impulsado las ganancias de la moneda: Una ola de agresivas alzas de las tasas de interés por parte del banco central y un repentino auge de la demanda mundial de las exportaciones brasileñas de soja, petróleo, mineral de hierro y café.
Para Brooks, sin embargo, estos acontecimientos no hacen más que reflejar su opinión de siempre de que los fundamentos económicos y de comercio exterior del país están mejorando y que el real se mantiene más débil de lo que debería, incluso después de haber subido un 19% este año, a 4,70 por dólar. Esta es todavía una opinión contraria. La mayoría de los analistas encuestados por Bloomberg predicen que se debilitará más a partir de ahí.
“Sigo hablando de subvaloración, subvaloración, subvaloración”, dice Brooks. Poco después de que lanzara por primera vez su visión alcista, estalló la pandemia y los inversores empezaron a sacar dinero de Brasil a un ritmo tan alarmante que dice que pensó que “la computadora estaba fallando”. Esas salidas, dice Brooks, junto con las críticas mordaces que estaba viendo que los brasileños hacían a sus líderes políticos en Twitter, lo envalentonaron. “Normalmente, para mí, eso es una buena señal de que, de acuerdo, esto es exagerado. Quizá haya un valor real y el real brasileño está demasiado barato”.
Esto también explica por qué algunos de los seguidores de Brooks en Twitter que más hablan en Brasil son partidarios del asediado presidente Jair Bolsonaro. Para ellos, el repunte del real frente al dólar es una señal de que Bolsonaro está gestionando bien la economía mientras se prepara para una dura campaña de reelección.
La moneda en general recibe una atención desmesurada en la sociedad brasileña, resultado de décadas de inflación galopante que hasta el día de hoy impulsan a la gente a convertir parte de su efectivo en dólares estadounidenses. El estatus de figura de culto de Brooks en la esfera local de Twitter es un testimonio de ello. Muchos de sus seguidores parecen creer de verdad en su genialidad. Para otros, se trata más bien de algo irónico.
Hoy en día, Brooks tuitea especialmente sobre la guerra en Ucrania y sobre cómo las sanciones no están logrando debilitar las finanzas de Rusia. Esos tuits, sin embargo, suelen recibir mucha menos atención que sus opiniones sobre Brasil.
Estamos a un 5% de nuestro valor razonable de $/BRL 4,50 para el real brasileño, que es lo más cerca que hemos estado desde marzo de 2020, es decir, desde antes de que comenzara la pandemia de Covid-19. Cerrar la brecha final será más difícil. Los rendimientos reales de EEUU están subiendo rápidamente, lo que está pesando en todas las monedas emergentes EM... pic.twitter.com/Y6mH2LkqTT
- Robin Brooks (@RobinBrooksIIF) 17 de abril de 2022
Nacido y criado en Alemania, Brooks estudió en la London School of Economics y en la Universidad de Yale antes de trabajar en el Fondo Monetario Internacional (FMI), Brevan Howard y Goldman Sachs, donde fue el principal estratega de divisas de la firma.
Fue durante su estancia en el FMI cuando ayudó a crear un modelo de divisas de valor justo que utiliza hasta hoy en día. Sólo lo ha retocado un poco para introducir algunos datos de alta frecuencia.
El modelo le proporciona estimaciones sobre casi todas las principales divisas de los mercados emergentes. No todas salen bien. Por ejemplo, la lira turca fue una apuesta alcista contraria que salió mal. Y reconoce que su postura bajista sobre el rand sudafricano parece poco realista en este momento.
“No quiero decir que sea clarividente”, afirma Brooks. “Me alegro de haber acertado con Brasil”.
Este artículo fue traducido por Estefanía Salinas Concha.