Bloomberg — El precio del petróleo subía la mañana del lunes durante la apertura de los mercados en Asia debido a la interrupción de los suministros de Libia y a la advertencia de Rusia sobre la posibilidad de alcanzar precios récord si más naciones prohíben su energía.
El West Texas Intermediate avanzó hacia los US$108 por barril después de haber subido la semana pasada lo máximo en dos meses. La estructura del mercado del crudo se fortaleció en un patrón alcista.
Dos puertos libios se han visto obligados a dejar de cargar petróleo tras las protestas contra el primer ministro Abdul Hamid Dbeibah, y se ha detenido la producción en El Feel, un yacimiento de 65.000 barriles diarios.
El viceprimer ministro ruso, Alexander Novak, afirmó que si más naciones se suman a la prohibición de las importaciones energéticas rusas los precios podrían “superar significativamente” los máximos históricos.
Los Estados Unidos y el Reino Unido han tomado medidas para prohibir el crudo ruso tras la invasión de Ucrania por parte de Moscú, y hay presiones para que la Unión Europea haga lo mismo.
El petróleo se ha disparado este año en un contexto de gran volatilidad, ya que la guerra en Ucrania ha interrumpido el suministro en un mercado mundial ya de por sí muy ajustado. La subida llevó a Estados Unidos y a sus aliados a liberar millones de barriles de crudo de las reservas estratégicas para contener las presiones inflacionistas.
La OPEP y sus socios se han negado a aumentar el ritmo al que están restableciendo la producción cerrada durante la pandemia.
Los precios
El West Texas Intermediate para entrega en mayo subía un 0,9% a US$107,95 el barril en la Bolsa Mercantil de Nueva York a las 7:01 de la mañana en Singapur.
El Brent para entrega en junio ganaba un 1,3%, hasta US$113,10 el barril, en la bolsa ICE Futures Europe.
Los operadores de petróleo también estaban vigilando el impacto de las restricciones antivirus en el principal importador, China, que ha ordenado una serie de cierres, incluso en Shanghai. Aunque el hub comercial tiene planes de reanudar el trabajo, no hay un calendario firme para hacerlo.
Los mercados del petróleo siguen en backwardation, una pauta alcista marcada porque los precios a corto plazo se sitúan por encima de los de más largo plazo.
El spread del Brent —la diferencia entre sus dos contratos más cercanos— se ubicó en US$1,09 por barril, frente a los US$0,21 céntimos de hace una semana.