Bloomberg — Rusia anunció represalias contra las sanciones impuestas por el Reino Unido a sus principales funcionarios, prohibiendo la entrada al país del primer ministro Boris Johnson y de gran parte de su gabinete.
Junto con Johnson, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia dijo que también estaba prohibiendo la entrada a otra docena de personas, entre ellas la ministra de Asuntos Exteriores Liz Truss, el ministro de Defensa Ben Wallace y la ex primera ministra Theresa May.
Esa lista restringida, que es en gran medida simbólica ya que los funcionarios occidentales prácticamente han dejado de viajar a Rusia desde que estalló la guerra, se ampliará pronto para incluir a políticos y miembros del parlamento a los que Moscú acusa de “alimentar la histeria antirrusa”.
El Reino Unido ha sido uno de los países occidentales más firmes a la hora de imponer sanciones a Rusia y suministrar armas a Ucrania. Johnson se reunió con el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskiy, en un viaje no anunciado a Kiev a principios de este mes, y prometió ayuda militar adicional y otros apoyos.
Durante la visita, Johnson ofreció una nueva ronda de ayuda constituida por 120 vehículos blindados y nuevos sistemas de misiles antibuque antes de lo que probablemente será una batalla crucial en el este de Ucrania en las próximas semanas. Esto se suma a los 100 millones de libras (US$130 millones) en equipamiento militar de alta calidad anunciados justo antes del viaje, incluyendo misiles antiaéreos Starstreak, 800 misiles antitanque y municiones de alta tecnología para ataques de precisión.
Tras la reunión, Zelenskiy elogió a Johnson como “uno de los más firmes opositores a la invasión rusa” y dijo que espera que el Reino Unido desempeñe un “papel clave” en las garantías de seguridad para Ucrania. Ambos pasearon por el centro de Kiev.