Uruguay, Costa Rica y Colombia lideran la transición energética en la región

LatAm se destaca por su “fuerte base hidroeléctrica instalada” aunque el acceso y la calidad siguen siendo un reto para la región

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Bloomberg Línea — La transición energética busca consolidarse en el mundo impulsada por el sentido de urgencia que el cambio climático ha causado en los países y las metas que los gobiernos y la Organización de Naciones Unidas (ONU) han fijado para 2030 y 2050.

Desde hace una década, las inversiones en estos proyectos han aumentado, pasando de US$250.000 millones en 2010 a US$500.000 millones en 2020, según el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés).

La última edición del Índice de Transición Energética (ETI) de ese organismo destacó que en la última década el ranking de los mejores países de la ETI se mantuvo prácticamente constante durante la última década con Dinamarca, Finlandia y el Reino Unido, como las naciones que más mejoraron el rendimiento de su sistema energético dentro de las 10 primeras posiciones, dentro de los 115 países medidos.

Hasta 2021, Uruguay, Costa Rica y Colombia son los países que más se destacan en transición energética en América Latina y el Caribe, con un puntaje ETI promedio que se mantuvo constante en la región durante toda la última década, anotó el WEF.

Así se ubicaron los países de LatAm en el Índice de Transición Energética en el último año:

“La región es líder en medio ambiente y sostenibilidad, debido a una fuerte base hidroeléctrica instalada (...). Aunque la región ha logrado un acceso casi universal a electricidad, la calidad del suministro sigue siendo un reto en muchos países”, explica el informe.

Pese a los resultados y el protagonismo de algunas naciones de la región frente a otros países del mundo, el WEF señala que se debe mejorar el acceso a la energía en los países, así como que los precios de la electricidad estén sobre la base de la paridad del poder adquisitivo de las comunidades.

Además, aunque en los últimos 10 años al menos un 70% de los países medidos avanzaron en la dimensión de acceso y seguridad energética, en este mismo período de tiempo solo 13 de los 115 tuvieron avances significativos, lo que “demuestra la dificultad para mantener el progreso y las complejidades de la transición energética”.

Para realizar este índice, el WEF reúne dos subíndices igualmente ponderados: el actual rendimiento del sistema de energía y la habilitación para la transición energética. Estos dos aspectos se componen de características como una transición a un mundo más inclusivo, sistema energético sostenible y asequible, y crear valor para los negocios y la sociedad, sin comprometer el equilibrio del triángulo de energía, entre otros.

En 2021, el Índice de Transición Energética a nivel global lo lideraron Suecia (79), Noruega (77), Dinamarca(76), Suiza (76) y Austria (75).