Bloomberg — El gobernador de Texas, Greg Abbott, puso fin a todas las inspecciones de camiones en México tras una semana de protestas, atascos y creciente indignación de los intereses empresariales a ambos lados de la frontera.
El líder republicano del segundo estado más grande de Estados Unidos firmó el viernes un acuerdo con el gobernador del estado fronterizo de Tamaulipas que pone fin a los controles de seguridad de los vehículos a cambio de una mayor vigilancia al sur de la línea internacional.
Tamaulipas fue el cuarto y último estado fronterizo en firmar un acuerdo de este tipo después de que Abbott provocara atascos y protestas de los camioneros con una ofensiva el 6 de abril sobre el tráfico comercial hacia el norte. Aunque Abbott dijo inicialmente que su decreto pretendía frenar la inmigración indocumentada y el contrabando de drogas, las tropas del estado de Texas se centraron en problemas de seguridad en las carreteras, como los frenos en mal estado y otros problemas mecánicos.
Tamaulipas se ha comprometido a “impedir la inmigración ilegal desde México hacia Texas”, dijo Abbott durante una conferencia de prensa conjunta con el gobernador de Tamaulipas, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, en la ciudad fronteriza texana de Weslaco el viernes.
Abbott advirtió que si la aplicación de la ley al sur de la frontera flaquea y aumenta la migración indocumentada, reimpondrá el programa de inspección de cada vehículo comercial que cruza.
Frontera paralizada
Los gobernadores de los estados de Nuevo León, Chihuahua y Coahuila acordaron arreglos similares en días recientes.
La medida de Abbott paralizó amplios tramos de una frontera por la que se mueven más de 400.000 millones de dólares en comercio anual, y planteó el fantasma de estantes vacíos en las tiendas de comestibles y el aumento de los precios de los productos en medio de una inflación alimentaria ya desbordada.
Los envíos de semirremolques de las fábricas mexicanas a EE.UU. se desplomaron un 80% en el momento álgido de la crisis y al menos uno de los compañeros republicanos de Abbott se volvió contra él por su estrategia “catastrófica”.
Este artículo fue traducido por Estefanía Salinas Concha.