Bloomberg Línea — El colombiano David Vélez, CEO y cofundador de Nubank (NU), dice que cree que todas las industrias de todos los países estarán dominadas por empresas tecnológicas, y no necesariamente por las grandes tecnológicas, sino por empresas que pongan la tecnología en el centro de su estrategia y tengan una cultura organizativa en torno a esa práctica.
En su intervención en un panel el miércoles en el VTEX Day de São Paulo, Vélez recordó una frase pronunciada por el fondo de capital riesgo estadounidense a16z: “El software se está comiendo el mundo”.
“Todo el mundo está corriendo para encontrar desarrolladores. El mayor cuello de botella es el talento”, dijo Vélez.
Para Vélez, sin embargo, la nueva ola de unicornios brasileños puede cambiar este escenario, llevando a los jóvenes a la tecnología gracias a las historias de éxito de las startups brasileñas.
Esta semana, Nubank recibió una línea de crédito de US$650 millones de Morgan Stanley (MS), Citi (C), Goldman Sachs (GS) y HSBC (HSBC), para invertir en Colombia y México, y Vélez dijo que explorar otros países, además de Brasil, sólo tiene sentido cuando hay una visión a largo plazo.
“Tratar de hacer mucho a corto plazo no funciona. Una de las ventajas de tener una visión a largo plazo es que puedes pensar en grande. Cuando se tiene una visión para décadas, no hay límites. Siempre pensamos en Nubank como una empresa potencialmente global en algún momento”, dijo el ejecutivo.
Vélez dice que antes de Nubank, las startups de Brasil eran clones de empresas estadounidenses. Ahora, dice que recibe semanalmente correos electrónicos de empresarios que dicen que están construyendo “el Nubank de Nigeria”, “el Nubank de la India” o “el Nubank de Filipinas”.
“Una startup brasileña puede influir y liderar el sector fuera de Brasil y en América Latina. Salimos de Brasil porque identificamos un problema global, y tenemos una visión a largo plazo”, dijo el multimillonario.
XP y Nubank: Desafiando a los grandes bancos
En el mismo panel, el presidente y fundador de XP, Guilherme Benchimol, dijo que el mercado financiero se inspira mucho en los bancos europeos y estadounidenses, pero que los brasileños son “trabajadores mucho más competitivos y se dedican infinitamente más”.
Benchimol dijo que cuando empezó su carrera empresarial, en 2002, tenía 1.000 reales (US$213 dólares) en su cuenta bancaria. Un amigo le prestó 5.000 reales, y tomó un curso que le enseñó a invertir en acciones.
“Si no hubiera aguantado unos días más, XP no existiría hoy”, dijo.
En cuanto a Nubank, el diferencial en la trayectoria de la empresa fue la prensa, dijo.
“A principios de 2015 un artículo publicado por un portal de noticias se centró en la tecnología y puso a 30.000 personas en la lista de espera de Nubank. Ahí se dio cuenta de que estaba en el juego. “En el nicho de la tecnología, encontramos pioneros que querían arriesgarse”, dijo.
Benchimol dijo que ganó confianza cuando hizo su primer curso y vio que funcionaba, que los alumnos se convertían en clientes. “Si quería construir una empresa que pudiera competir con los bancos, tenía que ayudar a la gente, porque los operadores dominantes supuestamente no ayudaban”.
Benchimol también ofreció algunos consejos, diciendo que siempre que se inicia un negocio, el empresario tiene que encontrar un arbitraje, ya sea una mejor experiencia o un precio más competitivo. “Un grano de arena que marca la diferencia”.
Emprendedores de largo aliento
Para el fundador de XP, la vida del emprendedor es un proyecto a largo plazo.
“Encuentras un flanco abierto y avanzas, mejorando la oportunidad, cometes muchos errores por el camino. Cuando puse en marcha la empresa, no tenía acceso al capital. Tuve que equilibrar ingresos y gastos. No hay magia a corto plazo, las cosas llevan su tiempo. Se trata de poner un grano de arena al día con disciplina y resistencia”, dijo.
De acuerdo con Benchimol, Brasil es un país de oportunidades. “Tenemos una democracia consolidada, un tamaño continental, una lengua única. Si cada uno de nosotros cree más en Brasil, quien cambia el país no es el gobierno, somos nosotros. Cuantos más empresarios tengamos en Brasil, tirando del tren, contratando gente, arriesgando, innovando, es lo que transforma el país”, afirmó.