Bloomberg — El gobernador de Texas, Greg Abbott, se comprometió a suspender las inspecciones de seguridad de los camiones mexicanos en un segundo tramo de la frontera internacional.
Abbott anunció un acuerdo con el estado mexicano de Chihuahua a última hora del jueves, en el que se reforzará la vigilancia en el lado sur de la frontera. Desde que Abbott ordenó a las tropas estatales que comenzaran las inspecciones la semana pasada, los atascos masivos y las protestas de los camioneros mexicanos cortaron gran parte del flujo de mercancías a través de una frontera en la que normalmente se registran más de US$400.000 millones de comercio anual.
Abbott dijo que ordenó las inspecciones para presionar a los líderes mexicanos para que reforzaran las medidas de seguridad. A los dos días de su decreto del 6 de abril, dijo que recibió llamadas telefónicas de los gobernadores de los cuatro estados fronterizos mexicanos.
Chihuahua sigue al estado de Nuevo León en el compromiso de vigilar los vehículos inseguros a cambio de la suspensión del programa de inspección de Abbott en el lado texano de la frontera.
“El puente entre Chihuahua y Texas volverá a la normalidad”, dijo Abbott durante una conferencia de prensa con la gobernadora de Chihuahua, María Eugenia Campos Galván, en Austin.
Abbott aún tiene que llegar a acuerdos similares con otros dos estados fronterizos mexicanos: Tamaulipas y Coahuila. Las conversaciones con los líderes de esos estados están en marcha, dijo.
Abbott ha sido objeto de críticas cada vez más intensas por parte de grupos empresariales e incluso del comisionado de agricultura del estado, un miembro del Partido Republicano. Las repercusiones de la paralización de la frontera han incluido la paralización de los envíos de semirremolques y productos electrónicos, y la preocupación de que las tiendas de comestibles se queden sin algunos productos frescos tan pronto como este fin de semana.
