Bloomberg — El buque insignia de misiles de crucero ruso que sufrió graves daños frente a las costas de Ucrania el miércoles por la noche ha sido uno de los símbolos más reconocibles de la resistencia ucraniana desde que estalló la guerra.
El Moskva ganó notoriedad el 24 de febrero, el día en que Rusia inició su invasión, cuando fue uno de los dos barcos que se enfrentó a un pequeño contingente de guardias ucranianos en el pequeño puesto avanzado del Mar Negro conocido como Isla de las Serpientes. En un relato que entró rápidamente en el léxico de la guerra de Ucrania, los guardias supuestamente gritaron a los barcos que se fueran cuando se les ordenó que se rindieran. Una grabación de audio del intercambio se volvió viral y provocó un torrente de memes patrióticos.
El incidente también llegó a un sello que se emitió formalmente esta semana y fue elogiado por el presidente Volodymyr Zelenskiy en Instagram un día antes de que surgieran informes de que Moskva, que lleva el nombre de la capital rusa, ahora estaba en problemas.
“Pedimos entradas para el próximo objetivo”, dijo el servicio postal de Ucrania en Twitter, publicando una imagen del sello que muestra a un soldado ucraniano frente a un barco militar hostil con un gesto desafiante.
Funcionarios ucranianos dijeron que el Moskva era el mismo barco involucrado en el incidente de la Isla de las Serpientes.
Maksym Marchenko, gobernador de la región de Odesa en la costa del Mar Negro, dijo en su cuenta de Telegram que el buque de guerra había sido “gravemente dañado” después de un ataque con misiles antibuque el miércoles por la noche.
Interfax citó al Ministerio de Defensa de Rusia diciendo que las municiones habían detonado en el Moskva durante un incendio y que la tripulación fue evacuada. Más tarde dijo que el barco estaba a flote y que sería remolcado a puerto, y que aún se investigaba el motivo del incendio.
Cualquiera que sea la causa, es un golpe tanto para el esfuerzo de guerra de Rusia como para su prestigio, siguiendo los pasos de los intentos fallidos de rodear la capital de Ucrania, Kiev.
El presidente ruso, Vladimir Putin, retiró sus tropas del norte de Ucrania y las desvió hacia el este, y los líderes en Europa y Estados Unidos advirtieron que pronto podría lanzarse una gran ofensiva para tratar de tomar el control de la región de Donbás. Las naciones de la Unión Europea y los Estados Unidos están enviando más equipo militar a Ucrania.
