Bloomberg — Las acciones de Tesla Inc. (TSLA) caían a medida que los inversores asimilaban la perspectiva de una nueva distracción para el CEO, Elon Musk.
La oferta pública de adquisición no solicitada de Musk de US$43.000 millones para hacer privada a Twitter Inc. (TWTR) implica la primera vez que intenta comprar una empresa completamente formada de ese tamaño. Sus empresas anteriores, que también incluyen SpaceX y Boring Co, han sido construidas en gran medida desde cero a su imagen y semejanza.
Tesla caía un 2,1% a las 9:44 horas del jueves en Nueva York. Hasta el miércoles, las acciones habían caído alrededor de un 5,7% desde que Musk revelara una participación en Twitter la semana pasada, más del doble de la caída en el índice S&P 500 más amplio durante ese tiempo.
“Como CEO de una empresa de un billón de dólares, Elon Musk debería centrarse en Tesla y no perder el tiempo intentando adquirir y gestionar una empresa de US$43.000 millones”, dijo David Trainer, CEO de la empresa de investigación de inversiones New Constructs, en un correo electrónico.
Tesla se enfrenta a una “competencia significativa”, ya que los principales fabricantes de automóviles se están poniendo al día en la innovación de los vehículos eléctricos, dijo Trainer. A los accionistas puede preocuparles que Musk se aleje de las operaciones si se acepta su oferta en Twitter. Musk controla las decisiones de producto en Tesla y tiene previsto iniciar la producción del Cybertruck, el Semi y la próxima generación del Roadster el año que viene.
Al mismo tiempo, Musk tiene una fuerte participación en SpaceX, que lanzó el primer vuelo espacial con astronautas privados la semana pasada. La empresa es uno de los principales contratistas de la NASA y planea el retrasado lanzamiento de la Crew-4 a la Estación Espacial Internacional tan pronto como el 23 de abril.
Aunque tenga ejecutivos que le ayuden a dirigir sus diferentes empresas, Musk es cualquier cosa menos un delegador. Se ha descrito a sí mismo como un “nanogestor” y maneja casi todas las decisiones importantes en sus empresas. Cuando Tesla tenía problemas para poner en marcha la línea de producción del Model 3, durmió en la fábrica para supervisar el montaje.
Musk dijo el jueves que no confía en la gestión actual de Twitter, lo que sugiere que no es probable que no delegue decisiones si logra comprar la empresa.