Bloomberg — Texas depositó su primer autobús lleno de migrantes sin documentos en Washington, apenas unos días después de que el gobernador Greg Abbott anunciara una controvertida campaña de medidas de control en la frontera con México.
Los pasajeros, entre los que había personas de Colombia, Cuba, Venezuela y Nicaragua, desembarcaron cerca del edificio del Capitolio de EE.UU. el miércoles por la mañana, dijo Abbott en un comunicado. Un segundo autobús estaba en camino.
La semana pasada, Abbott ordenó a la División de Gestión de Emergencias de Texas que fletara autobuses para llevar a Washington a las personas que entraron en EE.UU. sin permiso formal. La medida forma parte de un esfuerzo múltiple para reforzar la seguridad fronteriza, ya que el llamado estado de la Estrella Solitaria se prepara para un previsible aumento del número de personas que cruzan la frontera cuando el gobierno de Biden permita que expire una limitación relacionada con la pandemia el próximo mes.
Abbott, miembro del Partido Pepublicano que busca reelegirse el 8 de noviembre tras dos mandatos, se enfrenta a las crecientes críticas de políticos y empresarios de ambos lados de la frontera por el aumento de las inspecciones de vehículos que han provocado atascos en los pasos fronterizos que manejan más de US$400.000 millones de comercio anual.
Las inspecciones desencadenaron un bloqueo de camioneros mexicanos que se prolonga ya por tercer día y que ha detenido los envíos a EE.UU. de todo tipo de productos, desde fruta hasta autopartes. Los propietarios de fábricas en el norte de México dijeron que las interrupciones ya han provocado más de US$100 millones en pérdidas y podrían obligarlos a cerrar las líneas de producción.
Se esperaba que Abbott se reuniera con el gobernador del estado mexicano de Nuevo León, Samuel Alejandro García Sepúlveda, a las 14.00 horas (hora local) para hablar de la crisis en el paso fronterizo de Laredo.
