San Pedro Sula — Por décadas, los establecimientos de pescado frito a las riberas del Lago de Yojoa han sido una parada casi obligatoria para los viajeros que van y vienen de San Pedro Sula a Tegucigalpa.
Con una longitud de 16 kilómetros y seis kilómetros de ancho, el Lago de Yojoa tiene más de 2,800 años de historia arqueológica y es el único lago producto de la explosión de un volcán en este país centroamericano. El atractivo natural abarca nueve municipios entre los departamentos de Comayagua, Cortés y Santa Bárbara.
“El Lago siempre se ha considerado como un sitio de paso. El gancho principal de la zona es la gastronomía. La gente para, come y después de vuelta al camino”, dijo Víctor Manuel Ortíz, oficial de Turismo en la Mancomunidad del Lago de Yojoa.
Ante el recrudecimiento de las medidas de bioseguridad, como el distanciamiento social para prevenir más contagios, los propietarios de los sitios turísticos se las ingeniaron en los últimos dos años para afrontar la nueva realidad derivada del covid-19.
“Una de las dichas es que en el Lago, como área protegida o distrito turístico, casi la mayoría de los atractivos son de tipo natural, es decir, al aire libre y unos pocos son de tipo cultural, específicamente hablando sobre el tema arqueológico lenca”, agregó Ortíz, quien dijo que tales ventajas circunstanciales les ha permitido desarrollar nuevas actividades turísticas.
La adrenalina reanima economía local
A la oferta de lugares para practicar senderismo, avistamiento de aves, ciclismo, canopy, paseos en lancha o caballo, se sumó actividades más extremas como montañismo o un poco menos conocidas y desarrolladas en Honduras como barranquismo y tubing.
Hoy en día, la zona suma unos 200 restaurantes y un poco más de 50 hoteles. Según estimaciones, solo en 2021, el Lago de Yojoa generó una entrada bruta de 200 millones de lempiras (HNL), equivalente a US$8.16 millones, entre sitios turísticos, restaurantes y hoteles.
“Hay ciertos atractivos escondidos con potencial. Es el momento para diversificar el producto y es en lo que se está trabajando”, añadió Ortíz, quien también es fundador de Yojoa Adventure Service, un emprendimiento dedicado a armar paquetes de aventura en la zona.
Gracias a los planes de vacunación, los cuales han logrado minimizar el número de contagios y muertes derivadas por la covid-19 en Honduras, empresarios del sector turístico nacional esperan que la Semana Santa sea el inicio de la recuperación de la industria.
En entrevista a medios locales, Michael Wehmeyer, presidente de la Cámara Nacional de Turismo de Honduras (Canaturh) indicó que tras la crisis “más fuerte que hemos vivido en la historia del turismo, en esta Semana Santa se podrá reactivar todas las partes del rubro que se mantenían inoperantes por lo que hemos venido viviendo”.
Diez aventuras por hacer en la zona del Lago de Yojoa
- Barranquismo y tubing
- Exploración de cuevas
- Montañismo
- Camping
- Kayak
- Ciclismo de montaña
- Observación de aves
- Recorrido detrás de la catarata de Pulhapanzak
- Rapel en Taulabé, Comayagua
- Canopy en la cascada de Pulhapanzak