Reunión Bustillo-Blinken: cómo administra Uruguay el equilibrio entre EE.UU. y China

El canciller uruguayo es recibido este martes en Washington por el secretario de Estado norteamericano

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Montevideo — El canciller uruguayo Francisco Bustillo mantiene este martes una reunión con el secretario de Estados de Estados Unidos, Antony Blinken. El gobierno de Luis Lacalle Pou busca afianzar los vínculos comerciales pero también políticos con la administración de Joe Biden a la que, más allá de su pequeña escala económica, le ofrece el posicionamiento como un socio estable en la región para la defensa de valores democráticos y las reglas de juego claras ante los inversionistas.

Pero, al mismo tiempo, esto ocurre mientras el gobierno uruguayo busca acelerar la negociación con China por un Tratado de Libre Comercio. El presidente uruguayo reiteró en distintas instancias que desde su punto de vista no existe una dicotomía entre tejer lazos con ambas potencias, y sobre eso busca avanzar.

La agenda de Bustillo, que tiene su punto central en la reunión de este martes, comenzó el lunes junto a la subsecretaria del Departamento de Agricultura, Jewel Bronaugh, donde analizaron las habilitaciones necesarias para el ingreso al país norteamericano de productos cárnicos.

Blinken dijo este martes que Uruguay es “un socio democrático” de Estados Unidos “con una voz fuerte” que valora ante la Organización de Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos. “Juntos pedimos un fin a la agresión de Rusia contra Ucrania”, agregó, y destacó la relación comercial.

Bustillo, en tanto, manifestó que “Estados Unidos tiene mucho por trabajar” en “la reconfiguración del tablero internacional”, y ofreció hacerlo junto a Uruguay.

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¿Cómo es la relación entre Uruguay y Estados Unidos? ¿Cuál es la relevancia comercial? ¿Qué tiene para ofrecer Uruguay? De estos temas dialogaron sobre el mediodía de este martes la vicepresidenta de la agencia estatal promotora de comercio exterior Uruguay XXI, Inés Bonicelli, la socia de Pwc Amparo Mercader, y el director ejecutivo del Centro de Estudios para el Desarollo, Agustín Iturralde, durante un espacio organizado en Twitter por la organización Global Americans.

Sintonía política

En cuanto al vínculo político, el economista Iturralde dijo que Uruguay y Estados Unidos tienen una “agenda común” en “la defensa de valores democráticos”. “Lo que Uruguay no tiene para ofrecer en su peso económico sí lo hace como un aliado en la región que cada vez se destaca más por la institucionalidad, la democracia y ciertos valores que Uruguay es un valuarte en la región”, afirmó.

Asimismo, desde el gobierno uruguayo destacaron la seguridad jurídica que ofrece el país y el “compromiso” para profundizar las relaciones. “Vemos una enorme oportunidad en la estabilidad, el apego a la democracia, a las reglas del juego, y la libertad para el doing business. Todos estos factores nos diferencian y son valores que tenemos que cuidar y fortalecer”, dijo Bonicelli. “Uruguay es visto como un hub de entrada para América Latina”, agregó después.

El gobierno de Lacalle Pou había generado lazos con la administración del expresidente Donald Trump. En junio de 2020 Lacalle Pou le planteó al exsecretario de Estado Mike Pompeo avanzar en un TLC, algo que hoy está lejano. De todos modos, desde la asunción de Biden, el Poder Ejecutivo uruguayo también buscó fomentar el vínculo con la potencia mundial.

Entre Estados Unidos y China

Uruguay tiene con Estados Unidos un tratado marco sobre comercios e inversión (TIFA). En el primer período de gobierno de Tabaré Vázquez (2005-2010) hubo oportunidad de avanzar en un Tratado de Libre Comercio (TLC) con el país norteamericano, aunque naufragó por el rechazo del entonces oficialista Frente Amplio. En la actualidad, la estrategia de Estados Unidos dejó de ser apostar por los acuerdos del tipo TLC, aunque esa sí es una apuesta del gobierno de Lacalle Pou.

En concreto, Uruguay busca avanzar con China en un TLC, algo que le ha generado rispideces con Argentina y Brasil. El posicionamiento estratégico ante Estados Unidos y China fue abordado por Lacalle Pou en la exposición que hizo en su primera cumbre del Mercosur en julio de 2020. “No podemos caer en la falsa dicotomía de estar más cerca de uno que del otro. Los países que han triunfado en su desarrollo han estado cerca de los dos. Y esa es la vocación del país: cerca de EEUU y cerca de China”, dijo Lacalle Pou.

En tanto, en junio de 2021, un año después y ya con Biden de presidente, reafirmó su visión pero cuestionó la estrategia del nuevo gobierno norteamericano. “Ojalá me equivoque con lo que voy a decir. Por ahora veo a un Estados Unidos con otros intereses, y respecto a América Latina veo muy China referente (sic). Lo veo más reaccionando que accionando”, afirmó durante una entrevista con Atlas Network.

Mercader afirmó que en materia de relaciones comerciales “no es blanco o negro”. En ese sentido apuntó que el intercambio con China está centrado en materias primas, mientras que con Estados Unidos debe enfocarse en servicios y productos, ya sea cárnicos, pero con valor agregado.

Iturralde, en tanto, dijo que Uruguay “está tratando de hacer su juego, guardar los equilibrios, y aumentar sus flujos comerciales todos los actores”. “Obviamente eso es difícil, porque en Estados Unidos el tema China preocupa mucho. No hay que ser ingenuo de lo que implica eso pero tampoco estamos en condiciones de descartar nada”, agregó.

“Ni Estados Unidos ni Europa están abriendo una puerta clara en materia de bienes o de desgravaciones. No creo que Uruguay esté con una preferencia de China por sobre otros actores. Más bien Uruguay, en la necesidad de concretar algunos acuerdos, está en conservaciones con China porque es quien puso algún interés más concreto en aranceles y bienes. Eso no quita que no hay otras agendas enormes”, complementó el director ejecutivo del CED.

Carne y servicios

Estados Unidos representó en el 2021 el 5% de las colocaciones uruguayas de bienes en el exterior. El primer lugar lo tuvo China, donde fue se exportó el 28% del total de colocaciones por un valor de US$3.277 millones. Las exportaciones uruguayas hacia Estados Unidos totalizaron US$ 579 millones en 2021, un 10% más que en 2020, según datos de Uruguay XXI. “Las colocaciones de carne bovina -que ocupan el 43% hacia allí- se redujeron 10% frente a 2020. Esta baja fue compensada por subas en madera y subproductos cárnicos, que ocuparon el 18% y el 12% del total exportado hacia Estados Unidos”, señaló la memoria anual del año pasado.

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Bonicelli dijo este martes que Uruguay “está en muy buenas condiciones” para competir en la producción sustentable tanto de carne como de madera. Iturralde, por su parte, afirmó que “no es lo mismo la carne que Uruguay le vende a un mercado como China donde apunta al volumen, que a Estados Unidos, donde se consigue un acceso a un mercado más sofisticado que paga mejor”.

Más de la mitad de las exportaciones desde zona franca correspondieron al sector servicios, según el último informe anual presentado por el Ministerio de Economía y Finanzas que corresponde al año 2019. Las zonas francas exportaron ese año en su totalidad US$5.322 millones y US$2.796 fueron por servicios. De ese dinero, US$777 millones fueron a Estados Unidos.

En el caso de los servicios, Estados Unidos representa el principal mercado para las exportaciones tecnológicas uruguayas. Según datos de la Cámara de Comercio Uruguay Estados Unidos, el país norteamericano representó el 68% de las exportaciones del sector en un promedio elaborado entre los años 2016 y 2020.

Una clave para los servicios

Mercader, que es uruguaya y trabaja en Washington, mencionó como “clave” tener un posicionamiento táctico “para seguir ampliando los acercamientos” y señaló en particular la relevancia de apostar “estratégicamente” por un tratado de doble tributación para apuntalar el intercambio en materia de servicios. Desde su punto de vista, esa el área más relevante a la que Uruguay debe apuntar en su vínculo con Estados Unidos y en la que puede lograr “mayor impacto”.

La especialista en temas tributarios dijo que la exportación de servicios “depende en gran medida” de este tipo de acuerdo. “El hecho de que no tengamos un tratado de doble tributación hace que por ejemplo haya retenciones a los servicios. Las retenciones es el equivalente al arancel pero para los servicios. En el caso uruguayo cuando prestamos un servicio a EEUU las retenciones pueden ser de hasta un 30%, mucho más altas de lo que puede ser un arancel a un producto. Es un monto muy grande que puede hacer la diferencia entre ser o no ser competitivos en determinada industria”, explicó Mercader.

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El asunto fiscal, agregó, puede tener peso en reestructuras internas o movimientos que tengan las compañías instaladas en Uruguay. También dijo que para el fomento de la industria de servicios se debe apuntar a acuerdos de intercambio de información. “Claro que un TLC (con Estados Unidos) sería excelente y aportaría muchísimo, porque es un sello de calidad increíble. Pero hay otros temas tácticos que dada la complementariedad de las economías podrían tener un impacto sin dudas mayor”, completó.

Bonicelli afirmó que desde Uruguay XXI identificaron que “el sector servicios está muy bien posicionado para seguir creciendo”. Además señaló la relevancia de contar con el mismo uso horario que el este norteamericano, aunque remarcó como un desafío el acceso de recursos humanos calificados.

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