Bloomberg — China y Rusia siguen desarrollando y desplegando armas que pueden atacar a los satélites estadounidenses, incluso mientras aumentan sus propias flotas de vehículos espaciales de inteligencia, vigilancia y reconocimiento, según la agencia de inteligencia del Pentágono.
Aunque el informe actualizado emitido el martes por la Agencia de Inteligencia de Defensa se basa principalmente en relatos de noticias y declaraciones de funcionarios chinos y rusos, es un resumen útil de las amenazas que, según Estados Unidos, impulsan las principales inversiones en el presupuesto de defensa propuesto por el Pentágono para el año fiscal 2023, específicamente para la Fuerza Espacial y el Comando Espacial de EE.UU.
“China tiene múltiples armas láser basadas en tierra de diferentes niveles de potencia para interrumpir, degradar o dañar los satélites que incluyen una capacidad limitada actual para emplear sistemas láser contra los sensores de los satélites”, dijo la agencia de inteligencia. “Para mediados o finales de la década de 2020, China podría disponer de sistemas de mayor potencia que amplíen la amenaza a las estructuras de los satélites no ópticos” también.
La flota de satélites de inteligencia, vigilancia y reconocimiento de China sigue creciendo. En enero incluía más de 250 sistemas, “una cantidad sólo superada por la de EE.UU., y que casi duplica los sistemas en órbita de China desde 2018″, según el informe. Agrega que el Ejército Popular de Liberación (EPL) de China “posee y opera alrededor de la mitad de los sistemas ISR (por sus siglas en inglés) del mundo, la mayoría de los cuales podrían apoyar la vigilancia, el seguimiento y la orientación de las fuerzas estadounidenses y aliadas en todo el mundo, especialmente en toda la región Indo-Pacífica. Estos satélites también permiten al EPL vigilar posibles puntos conflictivos de la región, como la península de Corea, Taiwán, el océano Índico y el mar de la China Meridional”.
Al mismo tiempo, Rusia percibe la dependencia de EE.UU. del espacio como el “talón de Aquiles” estadounidense, por lo que está “persiguiendo sistemas contraespaciales para neutralizar o negar los servicios estadounidenses basados en el espacio” y “probablemente pondrá en marcha láseres más capaces de dañar satélites a mediados o finales de la década de 2020″, dijo la agencia del Departamento de Defensa.
Rusia ya “tiene varios láseres terrestres, por ejemplo, que pueden cegar los sensores de los satélites”, dijo la Agencia de Inteligencia de Defensa, incluyendo un sistema entregado en 2018 a sus fuerzas aeroespaciales. Para 2030, Rusia también podría poner en marcha “sistemas de mayor potencia que amplíen la amenaza a las estructuras de todos los satélites, no sólo a los sensores electro-ópticos”, dijo la DIA.
Además de la amenaza de las armas antisatélite, “la probabilidad de colisiones de objetos masivos abandonados en la órbita baja de la Tierra está creciendo y casi seguramente continuará hasta al menos 2030″, dijo la Agencia de Inteligencia de Defensa. Citó el creciente número de lanzamientos espaciales, especialmente los que tienen múltiples cargas útiles y la continua fragmentación por colisiones, explosiones de baterías” y pruebas antisatélite.
Este artículo fue traducido por Estefanía Salinas Concha