Guatemala — Durante el primer trimestre del 2022 el acumulado en el ingreso de remesas familiares sumó US$3,936.5 millones, esto significa un 25.6% más, que en el mismo período del año pasado.
Solo marzo representó un 16% más, y es el segundo mes de mayores ingresos, después de diciembre de 2021, por un volumen de US$1,512.2 millones.
Tres factores claves
La disponibilidad de empleos en Estados Unidos, normalización post pandemia y mayor flujo migratorio son los tres factores que impulsaron el aumento, según explicaron analistas consultados.
Actualmente, hay más de 431 mil empleos en la fuerza laboral de EE. UU. y contribuyó a que se bajara la tasa de desempleo a 3.6%.
Ricardo Rodríguez, analista de Cabi, dijo a Bloomberg Línea, que sin duda el ingreso de remesas familiares sigue siendo “impresionante”.
El economista explicó que los US$1,493 millones es el segundo mayor ingreso de remesas en un solo mes de toda la historia, y refleja la fortaleza de estos recursos. Sin embargo, valdrá la pena hacer la mención que ya el crecimiento se comienza a “normalizar” luego del efecto de la pandemia.
Hasta febrero 2022, el crecimiento interanual era de alrededor de 30%, el de marzo a pesar de ser un monto tan fuerte, es de 16% más que marzo 2021. “Ese porcentaje de crecimiento va más en línea con lo que veníamos viendo pre pandemia del Covid-19″, resaltó.
Además, hay más de 11 millones de plazas vacantes y esa misma necesidad de personas está elevando los salarios, lo que seguramente está beneficiando a la población migrante guatemalteca y está incrementando el flujo de remesas, agregó Rodríguez.
Esa misma condición laboral en el país del norte motiva mayores migraciones y por ahí pudiera estar la explicación sobre los fuertes flujos de remesas durante este primer trimestre del año, resaltó.
“Creo que la principal razón detrás del incremento en las remesas es ese, las condiciones laborales en EE. UU. están abriendo espacios u oportunidades para las poblaciones migrantes y eso lo están capitalizando los migrantes guatemaltecos (y no exclusivamente los guatemaltecos), así como la motivación hacia mayores migraciones que eso genera”, puntualizó.
David Casasola, analista económico del Centro de Investigaciones Nacionales (Cien), compartió con Bloomberg Línea que las remesas en Guatemala son la principal variable económica de mayor dinamismo y sigue rompiendo récords que supera los dos dígitos en varios meses.
Lo que se observa es esa recuperación en el desempleo en Estados Unidos y eso provoca un aumento en el nivel de precios, pese a que la Reserva Federal de ese país esté enviando señales en donde le da más importancia a la contención de la inflación, que al crecimiento económico.
“En su conjunto, hay una tendencia hacia al alza de migrantes guatemaltecos buscando oportunidades económicas y se proyecta que continúe ese comportamiento, por lo tanto, podría cerrar un año positivo, algo que se sobrepone a la incertidumbre las tensiones geopolíticas actuales derivadas del conflicto entre Rusia y Ucrania”, concluyó Casasola.
Impulso de desarrollo local
Víctor Flores, funcionario del Banco de Guatemala, comentó durante el XVII Congreso Regional de Remesas, Microfinanzas e Inclusión Financiara (Coremif 2022) organizado por la Escuela Bancaria de la Asociación Bancaria de Guatemala (ABG), que las remesas familiares constituyen una potencial fuente de financiamiento, que debe aprovecharse para impulsar el desarrollo local y regional.
Los cambios provocados por la pandemia han generado escenarios de incertidumbre y de grandes desafíos, y han sido causa para que los sectores económicos se vean inmersos en un proceso de adaptación para enfrentar y superar situaciones atípicas no esperadas, agregó Flores.
La Superintendencia de Bancos (SIB) refirió que las remesas son los envíos de dinero en dólares u otra moneda (en efectivo, cheques, transferencias, etc.) por las personas que emigraron al extranjero, a sus compatriotas de su país de origen.
También, representan una importante fuente de divisas para las economías pequeñas y, en particular, para el desarrollo de las zonas de origen de los migrantes.
Consideradas como una forma de ahorro externo, éstas pueden constituir una fuente potencial de inversión, de sostenimiento para las personas de mayor edad y, evidentemente, de estímulo al consumo.
Aunque en Latinoamérica su importancia varía según el país, los ingresos derivados de estas transferencias llegan a alcanzar una proporción significativa del Producto Interno Bruto (PIB), dándoles un gran peso en las economías nacionales, planteó la SIB.
Deportaciones no se detienen
Cerca de 25 mil guatemaltecos fueron deportados de Estados Unidos y de México en el primer trimestre del presente año, indicó el Instituto Guatemalteco de Migración (IGM).
El pasado 8 de abril ingresaron dos vuelos procedentes uno de EE. UU. y otro de México.
En las aeronaves llegaron un total de 265 guatemaltecos que fueron retornados de manera forzosa de ambas naciones.
Entre la cifra de retornos forzosos figuran adultos hombres y mujeres, y menores hombres y mujeres, y de estos últimos se especifica a los acompañados y a los no acompañados.
Además, de los que llegaron al país por la vía aérea desde EE. UU. y México; y por la vía terrestre, por medio de buses que parten del vecino país del norte.
La cifra exacta de deportaciones fue de 24,788 y durante el primer trimestre del presente año estas son las cifras:
- Enero: 6,227.
- Febrero: 9,251.
- Marzo: 9,310.
El porcentaje de retornados, según edad y sexo:
- 62% hombres adultos.
- 21% mujeres adultas.
- 11% hombres menores de edad.
- 6% mujeres menores de edad.
Por la vía aérea ingresaron 15,094 guatemaltecos:
- 10,590 llegaron de EE. UU., y estos se dividen en 5,789 hombres adultos, 2,778 mujeres adultas, 1,087 hombres menores y 936 mujeres menores.
- 4,504 ingresaron desde México, y estos son 2,817 hombres adultos, 710 mujeres adultas, 122 hombres menores y 256 mujeres menores.
- Se necesitaron 133 vuelos: 98 desde el territorio estadounidense y 35 desde suelo mexicano.
Deportaciones de menores:
36 hombres y 23 mujeres no viajaban acompañados por sus padres o un adulto responsable desde EE. UU.; y 693 hombres y 230 mujeres hicieron el viaje no acompañado y fueron detenidos en México y retornados.
Las deportaciones por la vía terrestre son las siguientes:
- México empleó 309 buses.
- 6,714 eran hombres adultos.
- 1,779 eran mujeres adultas.
- 808 eran hombres menores: 174 acompañados y 634 no acompañados.
- 393 eran mujeres: 168 acompañadas y 225 no acompañadas.