Santiago — Justo un día después de que el Gobierno de Gabriel Boric presentara su primer paquete económico, Chile Apoya, la inflación volvió a sorprender al mercado. El IPC de marzo, que se dio a conocer el viernes, anotó una variación con un récord: 1,9% mensual, la más alta desde octubre de 2008; y 9,4% interanual, la más elevada desde 1993.
Ni los cálculos más pesimistas se acercaron a anticipar las alzas del mes pasado. No obstante, el nuevo presidente de Chile deposita su confianza en una serie de 21 medidas económicas para paliar los efectos de la inflación, crear 500.000 empleos y dar apoyo para acceso a créditos a pymes.
Entre las iniciativas más destacables está el aumento del salario mínimo, que actualmente está en 350.000 pesos, hasta $400.000; así como el congelamiento de las tarifas del transporte público en todo el país, la continuidad del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) Laboral hasta septiembre, la contención de los precios de parafina, petróleo y bencinas; las “mejores condiciones” de costos en el gas licuado mediante la ampliación de la competencia en ese mercado con el fin de “evitar abusos” -reza un comunicado gubernamental-; y las ayudas a grupos focalizados como un bono a los trabajadores del sector cultura, entre otros.
Para ello, dispondrá de un costo fiscal de US$ 3.726 millones y se financian con recursos que establecidos en el presupuesto nacional para el año 2022. ¿Qué impacto tendrá este plan económico? Las proyecciones, fortalezas y debilidades son analizadas por cuatro analistas consultados por Bloomberg Línea.
Las siguientes entrevistas, que se centraron en el paquete de ayudas económicas anunciado por el presidente Boric, fueron editadas por motivos de extensión y claridad.
“Un plan microeconómico para fortalecer la red de protección social”
Hermann González, académico, economista de Clapes UC y exjefe de asesores de Hacienda.
La mayor fortaleza está en la focalización de las medidas. “Se trata de llegar a los sectores más afectados que siguen rezagados de la pandemia. Eso va en la línea correcta”.
Un aspecto positivo sería no continuar con subsidios universales, sino en entregar ayudas que incentiven la incorporación al trabajo formal como el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) Laboral. “Los recursos públicos son escasos. Y el foco en el empleo está bien, porque esta año la economía crecerá poco y caerá la inversión privada”.
Un punto débil, el acotado impacto macroeconómico que tendría el paquete. ¿Cambiará las proyecciones para 2022? “No. El escenario que delineó el Banco Central -caída de la inversión privada y recesión- no cambia con este plan, porque no se ve nada robusto en materia de inversión”. Y, además, apunta a un “gran ausente”: la inversión pública y privada en viviendas y obras públicas.
“Se ataca a sectores específicos como los estudiantes y los artistas, dueñas de casa. Son medidas microeconómicas. Es un plan microeconómico con intención de fortalecer la red de protección social, pero relativamente con poco impacto macroeconómico”. Tampoco frenará la inflación, la cual el Banco Central espera que llegue al 10% a mediados de este año. Incluso, el aumento del salario mínimo hasta 400.000 pesos chilenos sería un “ingrediente” que añadiría algunas decimas al IPC, explica. “No es que las medidas reduzcan la inflación, sino es que está acorde con el escenario de que siga subiendo”. No debiera ser una política de mediano plazo, sino un plan con una duración de meses que pudiera ser complementada con anuncios adicionales.
En cuanto al anuncio del gas, es débil y no sé si generará presión. No hay ninguna medida concreta para que el precio del gas baje o suba de forma más lenta. Ese anuncio se queda corto, no hay nada concreto. Seguramente tendrá presiones de los municipios, el Congreso, que haga algo más en esa línea.
“La contención de precios no eliminará la inflación”
Macarena García, economista senior en Libertad y Desarrollo.
La contención de precios no eliminará la inflación. Puede aliviar, sí; pero no la eliminará. La inflación está mucho más desatada y presente en más productos que los contemplados en el paquete. Una solución no es fijando precios, que solo es un elemento paliativo.
Los datos muestran que, parte de la inflación, se debe a una demanda muy acelerada; porque aun hay dinero de los retiros de fondos de pensiones y del IFE dando vuelta en las cuentas corrientes. Lo que se ha ido quedando atrás es la oferta de bienes. Por eso, los precios suben.
Mientras la oferta -o la inversión- no aumente; todo aumento de demanda o subsidio terminará en mayor demanda, y si no hay bienes todo eso se traducirá en mayor inflación. El plan debe ser lo más focalizado posible, porque tiene un costo fiscal importante.
Hay que lograr que determinados sectores se reactiven y no otros. No queremos que se activen sectores que están bien o relativamente bien, sino los rezagados y así contener el preocupante deterioro de las finanzas públicas.
“Medidas económicas de respuesta corta”
Álvaro Acosta, director de Finanzas Corporativas de OpenBBK.
Se veía muy necesario interceder en varios aspectos macro del país, pero en otros nunca fue una prioridad o más bien existen algunos ámbitos en las medidas informadas que suenan más a mediáticas que totalmente técnicas. El congelamiento en el precio del transporte y en la generación de venta de gas por el Estado, más que medidas concretas para elevar la sofisticación y funcionamiento de los mercados son peligrosas desde el punto de vista de alejarse de las economías de libre mercado que, recordemos, fue la estrategia que llevó a Chile a tener los índices macroeconómicos más saludables de la región.
La extensión del IFE laboral y el fortalecimiento del programa de acceso al crédito para las Pymes no bancarizadas son claramente muy necesarias, sobre todo teniendo en cuenta que el mismo gobierno y sus medidas apuntan también al aumento del salario mínimo a $400.000 pesos chilenos, y lo que esto significa para miles de empresas pequeñas y emprendedores de Chile. “Se extraña mucho que el plan de medidas no toque elementos clave en la recuperación de la economía y elementos que aportan a la reducción de la inflación como fomentos o acuerdos de liberación de tratados en comercio internacional para aumentar las arcas fiscales de la mano de la recaudación, así como tampoco medidas pensando en el fomento de las inversiones extranjeras y locales”.
Sobre el aumento del salario mínimo, si se aplica en el cuarto trimestre de este año y en el primero del 2023, no debiera afectar significativamente a la inflación; así como tampoco el IFE Laboral, que aportará estabilidad en los ingresos ya existentes.
No se apunta a elevar los niveles de crecimiento del país mediante el aumento de la inversión local y extranjera, sino al contrario: vemos medidas económicas de respuesta corta ante los hechos que están aconteciendo, pero que en el corto y hasta mediano plazo se convierten en estrategias país que ponen más nerviosos a los inversionistas.
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